Fue en la parroquia porteña de Santa Julia y presidió el obispo auxiliar Ernesto Giobando. Organizada por la Comunidad de San Egidio, participaron referentes de iglesias cristianas.
El acuerdo fortalece la colaboración mutua, la dimensión ecuménica, el desarrollo humano integral y el cuidado de la creación en América Latina y el Caribe.
La Comisión Episcopal de Ecumenismo emitió un comunicado expresando solidaridad, cercanía y apoyo a "los hermanos" de las iglesias ortodoxas de Antioquía y Siria, y a los hermanos musulmanes.
Desde Sudán del Sur, durante la oración ecuménica, Francisco pidió trabajar por una paz "que integre las diversidades, que difunda el estilo de no violencia de Jesús"