En el día del santo Cura de Ars, patrono de los presbíteros, el arzobispo de Buenos Aires agradeció a cada sacerdote "su entrega y compromiso de anunciar a Jesús en todas las realidades de la Ciudad".
En la solemnidad de María Auxiliadora, el arzobispo porteño animó a "dejar que María nos enseñe y nos ayude a no quedarnos quietos, a entrar en la vida de los demás, a saludar, y tener su alegría".
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina se encuentra en Roma, aguardando la canonización de la beata argentina, y expresó asimismo su deseo de que "nos haga cristianos inquietos".
El flamante arzobispo de Buenos Aires presidió su primera misa por las fiestas patronales marianas junto a la comunidad barrial y pidió: "Dejemos de lado las diferencias, regalémosle eso a la Virgen".