Card. Poli ruega a San Cayetano por "un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social"
- 7 de agosto, 2021
- Buenos Aires (AICA)
En la misa central en el santuario, el primado pidió al santo "una mano" para que no falte el trabajo que es "lo que sostiene a nuestras familias, nos dignifica y es causa de alegría para todos".
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió la misa central de la fiesta en honor de San Cayetano en el santuario del barrio porteño de Liniers, donde los peregrinos dejan sus plegarias delante de la imagen del santo expuesto en el atrio del templo para seguir con los cuidados en tiempos de pandemia.
La celebración eucarística de la inusual celebración patronal, con el lema “San Cayetano con corazón agradecido, te pedimos paz, salud y trabajo”, fue transmitida por las redes sociales.
Bendición con una reliquia de San Cayetano
El purpurado porteño aseguró que las palabras de Jesús “adquieren una proyección insospechable en el santuario del santo del pan y del trabajo” y profundizó: “El Niño Jesús en brazos de Cayetano sacerdote nos sigue diciendo: ‘Vengan a Mí…’ los que están desesperanzados, los que golpearon muchas puertas y no se abrieron, los que salen a buscar trabajo bien temprano y llegan a sus casas desalentados, los que no encuentran sentido al seguir luchando por una vida digna”.
“’Vengan a Mí…’, los que temen por su salud y se sienten agobiados por sus sufrimientos y temores, los que fueron defraudados por promesas incumplidas y no saben cómo sobrevivirán mañana. ‘Vengan a Mí…’ los abuelos y ancianos que se sienten marginados, excluidos y olvidados, solos y enfermos: sientan el abrazo del consuelo de un Dios que los ama y valora. ‘Vengan a Mí…’ los jóvenes que se sienten decepcionados, sin futuro, en nuestra propia patria”, puntualizó.
“A todos ellos, el Jesús que predica San Cayetano siempre tiene una palabra de aliento y alivio, para que los devotos vuelvan consolados a sus casas, a lo cotidiano, con la certeza de que Dios no se olvida de sus amigos, que sus promesas no defraudan, nunca nos decepcionan, y ustedes lo saben bien”, agregó.
El primado argentino sostuvo que “en el santuario, la oración de los peregrinos se eleva con un sentimiento común por la Patria que soñamos, y supera todo derrotismo, porque es más fuerte la fe que alimenta la certeza de un destino más digno para todos”.
“En medio de las pruebas que no faltan, nos edifica y conmueve la solidaridad de los devotos en este tiempo de pandemia. No han dejado de enviar víveres y ropa para los más necesitados, y sus visitas al santuario en momentos tan difíciles ha sido un testimonio de fidelidad a Dios y gratitud a San Cayetano, por las gracias recibidas”, destacó al referirse a la generosidad de los peregrinos.
“El encuentro con quienes compartimos la fe y las pruebas de la vida nos alienta a seguir caminando. Es que el santuario es un espacio de gracia donde nos reconocemos hermanos e hijos de un mismo Padre Dios; es el lugar elegido por el pueblo humilde, donde se trazan puentes cordiales entre los que comparten sus bienes, porque aun en su estrechez e indigencia, piensan en los que menos tienen. Como en la Iglesia de los primeros tiempos, en San Cayetano se crea un clima de familia y se proclama que ‘la felicidad está más en dar que en recibir’”, subrayó.
El cardenal Poli afirmó que el lema “San Cayetano: con corazón agradecido te pedimos paz, salud y trabajo” expresa “los más profundos deseos del pueblo trabajador y creyente, que desea salir de la pandemia mejor de cuando nos ha sorprendido”.
“Pedimos paz porque quien la procura ‘está sembrando la paz y su fruto es la justicia’. Pedimos salud para seguir construyendo una patria de hermanos, acompañando el sueño del papa Francisco que nos invita a que ‘seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras’”, enfatizó citando la encíclica Fratelli tutti.
“Y como ‘no existe peor pobreza como aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo’, hoy nos ponemos frente a la imagen del santo del pan y del trabajo: pedimos que nos dé una mano e interceda ante el ‘Dios que ama la vida’ para que no falte lo que sostiene a nuestras familias, nos dignifica y es causa de alegría para todos. ¡San Cayetano, ruega por nosotros!”, concluyó.+
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