El obispo de San Isidro hizo hincapié en la virtud de la hospitalidad, al lamentar que en la sociedad actual, prácticamente, se haya perdido culturalmente este ejercicio.
El obispo de San Isidro llamó a superar todo lo que divide, hiere, lastima y separa, para construir juntos y regenerar lo que se puede salvar de verdad que es la auténtica fraternidad.
"El criterio es tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve preso y enfermo y viniste a verme, fui forastero y me alojaste", precisó el obispo.
Luego de haber sido postergada por causa de la pandemia, la diócesis de San Isidro celebró el 14 de noviembre la Misa Crismal.