El arzobispo Jorge Lozano ordenó presbíteros a Pablo Montaño, Sergio Díaz y Renzo Gallo, y confirió el diaconado a Gastón Molina. Todos ellos fueron formados en el seminario Ntra. Señora de Guadalupe.
"Que las utopías de los buenos hagan retroceder a las fuerzas del mal", pidió el arzobispo, en relación con casos que han quedado impunes, como los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA.
A partir de esa cita de Tertuliano, el arzobispo de San Juan advirtió que, "en este tiempo, sigue habiendo hombres y mujeres que son perseguidos y asesinados por odio a la fe".
El arzobispo de San Juan consideró que, en "un tiempo marcado por la 'crisis de esperanza'", la misión debería ser "despertar la solidaridad y caminar juntos".