Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: 'La Navidad soñada'

  • 24 de diciembre, 2023
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan recordó que la Navidad es un tiempo para soñar en "las fragilidades tratadas con ternura" y transformar las vidas, las mesas y los entornos "en pesebres que sepan abrigar".
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Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, señaló que la Biblia hace referencia a que Dios usa los sueños de otras personas para comunicarse y que también el Papa Francisco invita con frecuencia a “soñar en un mundo nuevo, como primer paso para darnos a su construcción”.

“Vivimos en un tiempo competitivo, en el cual se valora a los más fuertes y a los ganadores; las apariencias ocupan el primer lugar, aunque todos sabemos que engañan. Por el contrario, son dejados de lado los más débiles y vulnerables. Cuesta promover actitudes que logren una sociedad en la cual haya espacio para todas las personas, respetando su edad y condición”, reflexionó. 

“¡Cómo luchan y trabajan hombres y mujeres que se organizan para asistir a quienes tienen capacidades diferentes o disminuidas! ¡Cuánto dolor ante la exclusión de migrantes, adictos, personas de la diversidad sexual! ¡Cuánta naturalización de la pobreza!”, planteó.

El arzobispo sanjuanino afirmó que “la grave crisis económica y social que estamos atravesando ha incrementado la angustia en numerosos hogares. Cada vez se deteriora más la alimentación de los niños y ancianos, los más duramente golpeados”.

“La Navidad, ¿puede aportar algo nuevo?”, se preguntó, y contestó: “No podemos mirar para otro lado ante el impacto de la crisis sobre tantas familias”.

“El panorama es particularmente devastador. A muchos de ellos se los ignora e invisibiliza, es como si no existieran. Viven hacinados en condiciones muy precarias, expuestos a diversas formas de esclavitud. Migrantes, adictos, excluidos”, advirtió. 

Tras asegurar que “el nacimiento de Jesús nos hace buscarlo entre ellos, en las periferias, en tanta vida rota”, exclamó: “Cómo no poner en el pesebre junto al niño las situaciones de guerra en diversos lugares del mundo”.

“La entrada del Mesías en la historia de los hombres no pudo haber sido más desconcertante. Nos cuenta el Evangelio que al recién nacido lo envolvieron en pañales. Eso es signo de la máxima fragilidad; de un bebé que debe ser atendido, protegido y ayudado. Y,  curiosamente, ese será el signo que tendrán los pastores para reconocer al Niño: ni más ni menos que ¡un signo de fragilidad! En la noche de Belén, la fragilidad es abrazada y cuidada con ternura”, sostuvo.

Monseñor Lozano terminó su reflexión detallando:

La Navidad es un tiempo para soñar en nuestras fragilidades tratadas con ternura. 

La Navidad es un tiempo para transformar nuestras vidas, nuestras mesas, nuestros entornos en pesebres que sepan abrigar.

La Navidad soñada por Dios no es un acontecimiento naïf, sino atravesada por el realismo de la debilidad.+