Mons. Lozano: 'Un Dios que se acerca y te habla'
- 22 de enero, 2024
- San Juan (AICA)
El arzobispo invitó a "acoger en la vida la Palabra de Dios, en la Biblia y en los otros caminos por medio de los cuales sigue comunicando su amor, llamando a ser parte en el Reino que nos anuncia".
Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, aseguró que “Dios nos busca para encontrarnos. Él dialoga con nosotros como amigo”, y recordó que “la Constitución Dogmática Dei Verbum, acerca de la Divina Revelación, con belleza enseña: ‘Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía’”.
“La Biblia, entonces, no es solamente un libro. Nos comunica una Palabra que busca entrar en diálogo con mi vida, iluminarla, despertarla. Nos muestra el camino para que tengamos vida en abundancia. Nos inquieta y estimula a ponernos en marcha para superar el conformismo y la mediocridad”, destacó, y agregó: “Es viva y eficaz, más cortante que espada de doble filo; (…), y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón”.
“Si tan grande es el don que Dios nos hace, todos los creyentes somos responsables de conocer la Sagrada Escritura y transmitirla de una generación a otra. No es un libro entre otros para juntar tierra en una biblioteca. Debe estar a mano, para acceder cotidianamente a su encuentro”, propuso.
El arzobispo sanjuanino señaló que “un gran santo tuvo una expresión muy fuerte y que conmueve: ‘Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo’, dijo San Jerónimo. Murió en Belén, en el año 420. El papa Dámaso I le encargó traducir toda la Biblia del hebreo y el griego al latín, para que fuera más accesible a todos los fieles”.
“El mismo Cristo es la Palabra de Dios encarnada, es el cumplimiento pleno de las promesas de Dios”, insistió en subrayar.
“No sé si prestaste atención a un par de gestos que se realizan durante la celebración de la misa. Al inicio, el obispo, el sacerdote y el diácono besan el altar. Al terminar de proclamar el Evangelio, se repite el mismo gesto con el Libro de la Palabra. Es una manera de expresar la fe en que Dios nos alimenta en dos mesas, la de la Palabra y la de la Eucaristía, ambas necesarias para sostenernos en nuestra peregrinación en la fe. Cristo mismo nos nutre con el Pan de la Palabra y el Pan de la Eucaristía”, sostuvo.
Monseñor Lozano indicó que domingo se dedica a resaltar el lugar que la Palabra de Dios tiene en cada creyente y en la vida de la Iglesia. El lema elegido por el Papa Francisco para este año está tomado del Evangelio de San Juan: “Permanezcan en mi Palabra”.
“Es la invitación de Jesús para ser verdaderamente sus discípulos”, afirmó, y citó lo que plantea el Evangelio dominical: “Jesús predica anunciando la cercanía del Reino en Galilea, en ese tiempo considerada como parte de la periferia. Y allí llama a sus discípulos, cuya respuesta es inmediata”.
El arzobispo animó a pedir “acoger en nuestra vida la Palabra de Dios en la Biblia y en los otros caminos, por medio de los cuales nos sigue comunicando su amor, llamándonos a ser parte en el Reino que nos anuncia”.
“Recemos por quienes somos servidores de la Palabra, los que desempeñamos diversos ministerios, quienes son catequistas, para que anunciemos con transparencia el mensaje que se nos confía. Dios quiere llegar a todos los corazones; no lo encerremos en los templos”, concluyó.+