Victoria agasajó a su patrona, Nuestra Señora de Aránzazu

La celebración principal estuvo presidida por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Zordán, quien destacó que "Dios nos ha soñado incluso desde antes de que naciéramos"

La basílica Nuestra Señora de Aránzazu fue el epicentro, este viernes 8 de septiembre, de los festejos patronales en la ciudad de Victoria.

Después de una preparación de nueve días, y con un templo colmado de feligreses en general e integrantes de instituciones educativas, organismos diversos, fuerzas de seguridad y demás actores sociales, la celebración central estuvo presidida por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Zordán, acompañado por tres presbíteros de Victoria, Marcelo Carraza, Milton Senestrari y Maximiliano Vanerio; concelebraron también los sacerdotes Daniel Alarcón y Martín Coronel; el ex abad Carli Oberti -en representación de la comunidad benedictina- y el presbítero Raúl Corrales, todos ellos asistidos por el cuerpo de monaguillos.

También estuvieron presentes los integrantes del Seminario María Madre de la Iglesia, junto al padre Mauricio Landra, su actual rector, quien fue recientemente designado por el Papa Francisco como obispo titular de Trisipa y auxiliar de la arquidiócesis de Mercedes-Luján,cuya ordenación se hará efectiva el próximo 14 de octubre en la basílica de Nuestra Señora de Luján.

En cuanto a las autoridades civiles, participaron el intendente, Domingo Maiocco; la viceintendente, Ana Esther Schuth; el secretario de Gobierno, Pedro Mansilla; y los legisladores Gracia Jaroslavsky y Gastón Bagnat.

En su homilía, monseñor Zordán resaltó la vocación de María, la cual se hace espejo en la nuestra, subrayando la significancia del año vocacional que se está viviendo en la diócesis. “Queremos recuperar la cultura vocacional, redescubrirnos como hombres y mujeres llamados por Dios”, enfatizó.

Refiriéndose a la carta de san Pablo a los romanos, que expresa que de antemano Dios ya eligió a sus hijos, indicó que “Dios nos ha soñado incluso antes de que nosotros naciéramos, desde siempre nos ha soñado a cada uno y su sueño es que nosotros podamos reproducir la imagen de Jesús, que podamos ser otros Cristos…y por eso nos ha llamado a ser cristianos”.

“Cuando hablamos de vocación, tiene que ver con ese llamado que Dios nos ha hecho como cristianos”, concluyó.+