Una Constitución no subordinada a los partidos ni a las ideologías, piden los obispos
- 30 de octubre, 2018
- La Habana (Cuba)
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) ofreció a través de un comunicado, su pensamiento acerca del proyecto de nueva constitución que está siendo debatido por los cubanos dentro y fuera del país. Los prelados pidieron que se reconozca la pluralidad de opiniones políticas, respete el derecho a la vida, el matrimonio, la libertad de enseñanza y señalaron que "la Constitución no puede subordinarse a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos ni ideologías".
El proyecto de una nueva constitución que sustituiría a la de 1976 fue aprobado por el parlamento en julio, y ahora es sometido a un proceso de debate popular en reuniones en centros laborales, estudiantiles y barrios, que se extenderá hasta noviembre.
En su misiva, los prelados cubanos invitaron a "una participación consciente y responsable" en esos debates a los 8,5 millones de residentes mayores de 16 años y a los 1,4 millones de emigrados cubanos, y solicitó a las autoridades de la isla a que las "opiniones y aportes recogidos sean tenidos en cuenta".
El mensaje pastoral, publicado en la página web de la COCC, defiende el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer; descarta la pena de muerte, el derecho al aborto; el derecho de que los cubanos puedan invertir en el desarrollo económico del país, la libertad de enseñanza y el paulatino acceso de la Iglesia a los medios de comunicación, entre otros temas.
"Nos mueve y fundamenta la fe en Jesucristo salvador de todos los hombres, la fuerza de su palabra que nos inspira y sostiene, el amor y la búsqueda del bien para nuestro pueblo", indicaron los obispos.
En su mensaje, la COCC recuerda que la constitución "debe reflejar las características de la sociedad", pues determina la vida de los ciudadanos, su futuro, convivencia y su "participación en la toma de decisiones" del país.
"Una constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos", señalaron, citando al político y pensador cubano José Martí.
Un Tribunal de Garantías
La Carta Magna, añadieron los obispos, "no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales".
Por ello, dada su importancia "como referencia última de la legalidad en la nación, consideramos no solo aconsejable sino necesario, que la misma constitución disponga la creación de un tribunal de garantías constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan".
Derechos Humanos
Por otra parte los obispos apreciaron que el proyecto tenga en cuenta los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales firmados por Cuba, pero "lamentamos la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política".
La COCC también pidió explicitar el respeto al derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, incluyendo la abolición de la pena de muerte.
"Del mismo modo se requiere un mayor esclarecimiento sobre el derecho a la objeción de conciencia, de manera que la preservación del derecho de unos no implique violentar el derecho y la conciencia de otros".
Ideología de género y matrimonio
El episcopado también se refirió a la inclusión como sujetos de derecho las categorías "género, orientación sexual e identidad de género", que vienen de la ideología de género y que "son innecesarias, porque bastaría con la categoría ?sexo? para que queden comprendidos todos los miembros de la sociedad".
"El sexo viene dado por la naturaleza y no es una construcción cultural adquirida, como propone equivocadamente la referida ideología de género, que se caracteriza por un fuerte subjetivismo, que lleva al individuo a decidir por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo".
"De tal manera que, dicha ideología, sostiene entre sus postulados principales que cada persona elige su propia identidad sexual. Esta corriente ideológica ha venido introduciéndose en Cuba, entre otros, por algunos medios oficiales y por la influencia del mundo exterior", alertaron.
El matrimonio y la familia
Más adelante, los obispos calificaron de "mal fundado y erróneo" que en el proyecto constitucional se defina el matrimonio como "la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común".
Los obispos reafirmaron que se debe respetar la condición y participación social de toda persona, pero "la enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: el amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra. Distinción no significa discriminación".
Asimismo piden reconocer el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, incluida su formación religiosa.
"Apreciamos el papel que el proyecto constitucional le otorga a la familia" como célula básica de la sociedad, pero en lo referente a la educación, "la contribución atribuida a la familia aparece enumerada en último lugar, posteriormente al papel asignado al Estado y a la sociedad". "Entendemos que ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión", señaló el episcopado.
Libertad religiosa
En otro punto el mensaje episcopal reafirma "que la libertad de practicar la religión propia no es la simple libertad de tener creencias religiosas, sino la libertad de cada persona de vivir conforme a los valores de la fe que profesa, de expresarlos públicamente, teniendo por límite el respeto al otro".
"En nuestro caso concreto, esta libertad implica, además, el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; y la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos sino también educativos, culturales, de salud y caritativos".
Derecho a un salario digno
En cuanto a los derechos de la familia, el episcopado cubano afirma que para que esta "pueda alcanzar su pleno desarrollo y bienestar es necesario que la constitución brinde las posibilidades para que cada ciudadano tenga un salario que realmente satisfaga sus necesidades".
"Igualmente, han de garantizarse las prestaciones sociales necesarias para equilibrar la vida familiar, de modo que sea posible y alcanzable por todos sus miembros una vida estable y vivienda digna, hasta después de la vida laboral de los mismos", advierten.
Abrir las puertas a la inversión nacional
La COCC recordó que "como principio, la Doctrina Social de la Iglesia reconoce el destino universal de los bienes y la función social de la propiedad para lograr el desarrollo integral de la persona, la familia y el bien común".
"Por ello, nos complace que el proyecto de constitución también reconozca la propiedad privada, aunque siempre se deberá tener en cuenta que los límites de cualquier propiedad deben estar solamente condicionados por el principio descrito anteriormente".
Los prelados cubanos concluyen su mensaje pidiendo a Dios "que nos ayude a encontrar los caminos que favorezcan el crecimiento del respeto mutuo y el reconocimiento de la dignidad de cada persona".