Ucrania: Cáritas-Spes trabaja sin descanso en las zonas inundadas
- 14 de junio, 2023
- Kiev (Ucrania) (AICA)
El organismo lleva a cabo operaciones de socorro en aldeas inundadas tras la explosión de la represa hidroeléctrica Kakhovka, en el sur de Ucrania.
En Ucrania, la situación en las regiones inundadas tras la explosión que provocó el derrumbe de la represa de Kakhovka, en el sur del país, sigue siendo preocupante en más de un sentido. Según algunas ONG, la fuerza del flujo de agua en el curso inferior del Dniéper ha desplazado muchas minas antipersonales colocadas a lo largo del frente, mientras que las autoridades ucranianas temen que los productos químicos y derivados del petróleo almacenados en las zonas inundadas puedan terminar en los ríos y en el Mar Negro. En cuanto a la situación humanitaria, la situación sigue siendo crítica en las treinta localidades afectadas.
Cáritas Ucrania estuvo en primera línea desde las primeras horas después de la rotura de la represa gracias a sus voluntarios, que están evacuando las zonas inundadas y distribuyendo productos de primera necesidad a las personas que tuvieron que abandonar sus hogares.
“Desde las primeras horas después de la explosión de la represa, organizamos diferentes tipos de ayuda. En primer lugar, nuestros voluntarios ayudaron a evacuar a los habitantes de los pueblos, porque el territorio inundado es muy extenso. En áreas cercanas a Jersón, las personas fueron llevadas a la estación de tren y al hospital de la ciudad. Junto a las oficinas diocesanas, organizamos también las primeras ayudas humanitarias con la entrega de agua, alimentos y material de higiene. Actualmente, al menos dos de nuestros camiones llevan ayuda a la región todos los días”, contó a los medios vaticanos el padre Vyacheslav Hrynewych, director ejecutivo de Cáritas-Spes Ucrania.
El padre Hrynewych consideró que “no es fácil hacer un balance de los daños” y apeló a la solidaridad, haciendo un pedido de “productos sanitarios y de limpieza, para limpiar las casas cuando se acabe el agua, bombas para limpiar sótanos y casas inundadas, ropa, generadores eléctricos, etc.”, pero observó que “es difícil saber qué se necesita, porque gran parte del territorio está bajo ocupación rusa”.
Asimismo, el sacerdote dijo que “con los directores de Cáritas diocesana, hemos decidido lanzar una recaudación de fondos nacional para estas regiones. Recogeremos dinero, agua, comida y ropa. Después de la recolección, llevaremos estos productos a las regiones de Jersón y Nikopol, donde todavía falta agua. Entregamos botellas de cinco litros, precisamente para cubrir todas las necesidades de las familias”.
Solo el tiempo dirá sobre la tragedia de Kakhkova
Por su parte, el padre Ivan Talaylo, director de la Cáritas de Kryvyi Rih, al norte de Jersón, comentó que “cada vez será más difícil y peligroso vivir en la región de Jersón". El sacerdote greco-católico comentó que estuvieron visitando los pueblos cercanos Jersón para crear una plataforma para llevar ayuda a la población, y señaló que “no podemos hacerlo en Jersón, porque es una zona muy peligrosa por los ataques de los rusos, que ayer mataron a otra persona. También debemos tratar de proteger a nuestros empleados y voluntarios”, advirtió.
El padre Iván explicó que la policía, protección civil y los voluntarios están tratando de evacuar a personas y animales de las zonas inundadas. “Pero la gente no quiere salir de sus casas, prefieren quedarse en los pueblos vecinos, donde tienen amigos, conocidos, y esperar a que baje el agua para volver. Pero incluso entonces, el área sigue siendo muy peligrosa, ya que los rusos la atacan constantemente. Por ejemplo, cuando estábamos en Jersón, los drones volaban sobre nuestras cabezas y escuchamos disparos, así que tratamos de tener mucho cuidado. Pero los lugareños se acostumbraron a todo. Y eso es malo, porque la gente ya no percibe el peligro, y entonces lamentablemente a veces pierden la vida”, lamentó el sacerdote ucraniano.
Un futuro muy oscuro
El padre Iván concluye explicando que ya hay problemas con el agua potable en Kryvyi Rih y en los pueblos vecinos. “Si no se encuentra una solución en un mes y medio -advierte-, cuatro distritos de la ciudad (unos 300.000 habitantes en total), que solían abastecerse del embalse de Kakhovka, corren el riesgo de quedarse sin agua. La presión del agua en los edificios de estos barrios ya es menor y, para ahorrar dinero, la administración solicitó que se corte el suministro de agua durante unas horas por la noche. Hemos recibido llamadas de personas de algunos pueblos alrededor de Kryviy Rih, que informan que el agua de sus pozos desapareció y nos piden agua potable. Como Cáritas de Kryviy Rih, les llevamos agua potable. Por eso, tratamos de comprar la mayor cantidad de agua potable posible, porque sabemos que la situación empeorará en un futuro cercano”.+