Siria: tras la caída de Assad, los obispos y patriarcas abogan por la pacificación del país

En la fase de incertidumbre abierta tras la caída de Damasco, los líderes de las iglesias manifestaron "cautela y esperanza", para que esta transición transcurra de forma segura y pacífica.

Los líderes de las iglesias cristianas elevaron oraciones y súplicas para pedir que, en Siria, "esta fase de transición transcurra de forma segura y pacífica", según manifestaron tras la caída del régimen de Bashar al Assad y su huida a Rusia.

El patriarca sirio católico Ignace Joussif III Younan elevó esa súplica en la liturgia que presidió, el domingo 8 de diciembre, en el santuario dedicado a los Santos Behnam y Sarah, en el Líbano. En su homilía, el patriarca hizo referencia a "esta ola de revolución contra el gobierno y el régimen que ha durado años", y que derivó en "una guerra aterradora, con un impacto devastador en la seguridad y la economía, afectando a todos sin distinción".

El patriarca Younan, desde el Líbano, informó que en los últimos días se mantuvo en contacto con obispos de Alepo, Homs, Damasco y Qamishli, reafirmando su cercanía en la oración y su esperanza de estabilidad para Siria.

Por su parte, el patriarca sirio ortodoxo Mor Ignatios Aphrem II emitió un comunicado, en el que invoca la "Sabiduría divina" para guiar al pueblo sirio hacia la unidad y el amor a la patria. El mensaje -informó la Agencia Fides- destaca también el compromiso de la Iglesia en la promoción de los valores de justicia, paz y armonía entre todos los ciudadanos, respetando la rica identidad cultural y la larga historia de Siria.

En la fase de incertidumbre abierta tras la huida de Bashar al Assad a Rusia, los líderes de las Iglesias han manifestado cautela y esperanza, a la espera de descifrar el desarrollo de los acontecimientos, y teniendo en cuenta las "tranquilizadoras" declaraciones públicas de los grupos liderados por islamistas, que tienen un papel clave en el colapso definitivo del régimen sirio.

"Hacemos un llamamiento a todos", reza el comunicado del Patriarcado sirio ortodoxo, "para que ejerzan su papel nacional, preservando la propiedad pública y privada, evitando el uso de las armas y el ejercicio de la violencia contra cualquier persona". 

Los obispos del Patriarcado Sirio Ortodoxo piden también "la igualdad entre todos los grupos sociales y para todos los ciudadanos sirios, independientemente de su pertenencia étnica, religiosa y política, sobre la base de una ciudadanía que debe garantizar la dignidad de cada ciudadano".

La comunidad católica confía "en la buena voluntad de los sirios"
Las garantías prevalecen sobre las aprensiones, pero sigue siendo la prudencia la que domina los comentarios en Siria y en gran parte de Oriente Medio. 

"Ayer por la mañana, domingo, nos despertamos con la noticia de la caída de Damasco y de la fuga de Assad", manifestó  el padre Bajhat Karakach, párroco de Alepo. Hubo manifestaciones espontáneas de alegría en las calles y satisfacción por el fin de la dictadura de Assad, y los presos políticos han sido liberados de todas las prisiones del país. Sin embargo, continúa el párroco: "La comunidad cristiana, después de casi 14 años de guerra civil y de la sangrienta dictadura de Assad, se redujo en gran parte, porque muchos huyeron al extranjero. Ahora esperamos que puedan regresar, porque los cristianos son un componente que puede contribuir mucho a la reconstrucción de Siria". 

"Obviamente, agregó, las milicias que ganaron y el gobierno que asumirá el poder en Damasco tendrán que confirmar las garantías que han expresado a los cristianos hasta ahora, prometiendo que todas las minorías serán tratadas con la misma dignidad ciudadana. Además, no pretendemos que se nos trate como una minoría a la que hay que proteger, sino como ciudadanos con iguales derechos y deberes".

"Los cristianos son ciudadanos sirios"
De hecho, explica el padre Bahjat, "los cristianos no son un grupo separado, son sirios como todos los demás. Y, como todos los sirios, están agotados por la situación impuesta por el régimen. La Siria de Assad no conoció desarrollo, economía o cohesión social durante años. En Siria no se vive, sino que se sobrevive. Y, además, estos milicianos, en los últimos años, en la provincia de Idlib mostraron una apertura diferente hacia los cristianos. Por ejemplo, la devolución de bienes que previamente habían sido confiscados. Y ahora, tras entrar en Alepo, enviaron mensajes muy fuertes de tolerancia y respeto. Esperamos -concluyó- que estas promesas sean definitivamente sancionadas mediante el lanzamiento de una nueva Constitución". 

Padre Lufti: confiamos en el apoyo internacional
El padre Firas Lutfi, párroco de los católicos latinos de la capital Damasco, se muestra no menos positivo: "Es un regalo que nos llega en la fiesta de María: es el nacimiento de la nueva Siria. Después de 53 años de un gobierno dictatorial y sangriento, que arrasó con sus opositores; una dictadura que dejó muchas heridas: más de medio millón de muertos, 11 millones de refugiados que huyeron al extranjero, a Turquía y a Europa, un sistema económico destruido y muchísima pobreza. Ahora todo esto se acabó. El dictador huyó, víctima de su propia presunción de invencibilidad. Ahora, debemos volver la mirada hacia el futuro, hacia la Nueva Siria que nace esta mañana. Esperamos que los sirios finalmente puedan encontrarse unidos en la construcción de un futuro común de bien y solidaridad social". 

"Evidentemente, dijo, todavía quedan muchas preguntas sobre el perfil de este futuro, sobre qué tipo de gobierno se establecerá, sabiendo que las fuerzas que ganaron tienen en su seno cierta heterogeneidad. Pero confiamos no sólo en la Providencia, sino también en la buena voluntad de los sirios, y también en el apoyo de la comunidad internacional, que ciertamente jugó un papel en el éxito de al-Jolani y sus tropas".

Vicario Jallouf: "Esperamos el regreso de los refugiados"
Por su parte el vicario apostólico de Alepo, monseñor Hanna Jallouf, obispo de los católicos latinos en Siria, manifestó: "La dinámica de los acontecimientos de estas horas dice mucho sobre su génesis, en un marco de referencia internacional, que implica a Estados Unidos, Rusia, Irán, Turquía e incluso Israel. Cada uno de esos partidos se benefició de alguna manera del cambio de régimen". 

En particular, monseñor Jallouf se refería a "las consecuencias inmediatas de la insurrección para la tregua en el Líbano con Hezbollah, y luego también a la rapidez del resultado alcanzado por las milicias: en 6 días, lograron lo que no se había logrado en 13 años". 

El vicario apostólico de Alepo se muestra confiado en los posibles escenarios futuros: "La situación se irá aclarando poco a poco. En los próximos días, quedará claro qué tipo de gobierno se establecerá. Pero las suposiciones parecen reconfortantes; Nos aseguraron la máxima atención a los derechos de los cristianos, en un encuentro con los obispos de todas las confesiones cristianas. También espero que pueda comenzar el regreso de muchos refugiados. En los últimos años, casi una cuarta parte de la población, incluidos muchos cristianos, abandonaron el país".

Impacto en todo Medio Oriente
Monseñor Jallouf explicó que ya se reunió con Al Jolani: "Me dio la seguridad de que los cristianos y lo que poseen no serán tocados, y que satisfarán todas nuestras peticiones legítimas. Y efectivamente, durante los últimos seis días, esto ha sucedido. Espero que ahora todos podamos avanzar en la misma dirección, que es restaurar a Siria en el papel que la historia y la cultura le han atribuido en el pasado". 

El impacto que el cambio de gobierno podría tener en el escenario de Oriente Medio es significativo. Para Turquía, se abre la posibilidad de resolver el problema de los millones de refugiados sirios acogidos en el sur del país y que son motivo de continua tensión. Para los rusos y los iraníes, es la retirada de una situación que agravó sus problemas y conflictos contextuales (parece además que los recién llegados al poder también confirmaron la presencia de los rusos en la base naval estratégica de Taurus); y, para los Estados Unidos y los israelíes (que en cualquier caso han reforzado sus contingentes en la zona fronteriza del Golán como medida de precaución), existe la ventaja de un cortocircuito en el suministro de armas de Irán a Hezbolá, que transitaba por Siria.

Esperanza de paz
Los próximos días serán decisivos para entender si la moderación de Al Jolani, que en el pasado fue líder de Al Qaeda, será fiable, comentan los medios vaticanos. El hecho de que todo el tablero de ajedrez está en movimiento lo demuestra también un breve encuentro entre el presidente electo estadounidense, Donald Trump, y el vicario de la Custodia de Tierra Santa, el padre Ibrahim Faltas, que tuvo lugar en París este fin de semana, aprovechando la inauguración de la restaurada catedral de Notre Dame. 

Trump habría indicado al franciscano que una rápida pacificación de la zona es una prioridad absoluta para la nueva administración estadounidense, añadiendo que el punto central es el destino de Jerusalén: "Si no hay paz en Jerusalén, no hay paz en todo Medio Oriente", afirmó el presidente electo.+