Siria: cesaron los bombardeos, pero el hambre crece
- 29 de diciembre, 2022
- Homs (Siria) (AICA)
Miles de desplazados internos son apoyados por la Iglesia local, a través de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, para poder continuar en su tierra.
Las familias en Siria están viviendo en la más absoluta miseria. Después de más de 11 años de guerra, las cifras de desocupación son desorbitantes, los empleos se han precarizado al máximo y para los más afortunados que tienen un trabajo, el sueldo medio apenas llega a 30 euros mensuales. Esto hace que el 90% de la población viva por debajo del umbral de la pobreza, según informó la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
Eso se ve en el ejemplo de una familia cristiana, formada por Shadi Almansour y su mujer Nihad: “Éramos dueños de una casa con una gran finca. Teníamos nogales y olivos, y vendíamos la cosecha. También teníamos una pequeña tienda de comestibles. Pero lo perdimos todo debido a la guerra. Nuestro pueblo fue bombardeado, hubo muchos muertos, destruyeron casas y colegios. Así que decidimos escapar para salvar a nuestros hijos. Si no hubiésemos escapado estaríamos muertos”, explicaron.
Hoy, esta familia vive en la región conocida como el “Valle de los Cristianos”, un grupo de 29 pequeños pueblos situados cerca de la ciudad de Homs, en el centro oeste de Siria. Esta zona de mayoría cristiana ha sido el lugar de refugio para miles de desplazados provenientes de muchas partes del país, como Alepo, Damasco o Hasaka. Allí, la Iglesia está ofreciendo apoyo para el pago de alquileres a más de 500 familias mensualmente.
Al servicio de los que sufren
“Pedimos ayuda a la Iglesia porque habíamos gastado todos nuestros ahorros, ya no quedaba más para comida o para pagar el alquiler. Nos ayudaron con el pago de la renta, pero seguimos sin poder cubrir todas nuestras necesidades”, comentó Nihad a AIN. “A pesar de todo lo que hemos pasado mi relación con Dios y mi fe no se han debilitado, al contrario, están más fuerte que nunca. Porque Él nunca me decepciona cada vez que me siento abrumada. Dios siempre me ayuda con su propio plan”, expresó.
Shadi, Nihad y sus dos hijos participan de las actividades de la parroquia de San Pedro, en el pueblo de Marmarita. Allí, un grupo de jóvenes voluntarios visitan periódicamente a las familias para conocer sus necesidades y ofrecerles ayuda. Uno de estos jóvenes es Wassim Farkouh, quien también ha sufrido las consecuencias de la guerra:
P. Hugo Alaniz: "Ahora estamos peor que hace dos años"
El sacerdote y misionero argentino del Instituto del Verbo Encarnado, padre Hugo Alaniz, que atiende la parroquia de la Asunción, en la ciudad de Alepo, comentó también cómo se encuentra actualmente la situación del país, y se refirió al apoyo recibido a través de la campaña denominada "Guerra olvidada. Enciende tu luz por Siria" de AIN, ante la crisis humanitaria.
"Me gustaría ser positivo, sabiendo que Dios está con nosotros. Eso sin duda es un mensaje de esperanza y uno más grande no puede haber, pero la situación aquí es muy triste”, lamentó el sacerdote en una entrevista con la cadena española COPE.
El padre Hugo explicó que la situación es realmente muy dramática: “No hay combustible, no hay electricidad permanente; es muy triste la situación por la que la gente, las familias y los ancianos están pasando. Se han decretado ahora tres días festivos, justamente porque no hay combustible ni medios de transporte”.
Aun así, espiritualmente la gente es muy fuerte: “La gente de aquí, y yo lo dijo siempre, es un ejemplo para nosotros por cómo viven la religión cristiana y están arraigados a la fe. Es justamente esto los que los mantiene en pie: la fe”. “Todos concuerdan en que en el momento de la guerra generalizada estábamos mejor que ahora”, dijo el sacerdote.
El padre argentino ha recordado, además, que gracias a las ayudas que llegan han podido construir un comedor y una cocina comunitaria: “Hay gente que viene a comer aquí todos los días, y también llevamos la comida a la gente que está sola o no pueden salir de sus casas. La llevamos con los voluntarios, tres veces a la semana. Lo hacemos tres veces, para economizar el combustible”.
Por último, el padre Hugo pidió oraciones para todo el pueblo sirio: “Las oraciones tienen más fuerza que las bombas. A través de la oración, pidan para que termine este bloqueo económico impuesto de los países del primer mundo a Siria: es eso lo que perjudica la vida aquí”.+