Jueves 14 de noviembre de 2024

Sínodo2024: Una invitación a escuchar a todos

  • 5 de octubre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Más de treinta oradores presentaron los informes de las cinco Mesas Lingüísticas. Debate abierto sobre temas como carismas y ministerios, liturgia y diálogo con las culturas y religiones.
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La Segunda Congregación General de la Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad se inauguró el viernes por la mañana -fiesta de San Francisco de Asís- con los saludos onomásticos al Papa y a todos los que llevan el nombre Francisco.

En la sesión participaron 351 miembros en el Aula Pablo VI, que escucharon las ponencias de las cinco "Mesas lingüísticas". Los temas comunes de los diversos grupos lingüísticos se refirieron a la idea de la sinodalidad como estilo más que como técnica, y a cuestiones como el papel de las mujeres y de los laicos en la Iglesia; y la escucha "activa" de quienes se sienten excluidos porque no viven a la altura de las prescripciones de la Iglesia.

Los participantes en la conferencia de prensa diaria en la Oficina de Prensa de la Santa Sede también recordaron que los participantes en el Sínodo reflexionaron sobre la idea de que, "en un mundo de huérfanos", la Iglesia puede representar "la familia de los que no tienen familia".

El encuentro para los periodistas comenzó con los momentos destacados del trabajo del Sínodo presentados por el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini; y Sheila Pires, presidente y secretaria respectivamente de la Comisión para la Información de la Asamblea General.

Los grupos de estudio presentan su trabajo y sus objetivos al Sínodo
En particular, informaron, se recordó varias veces la imagen de la Iglesia como Cuerpo de Cristo, donde confluyen muchos ministerios y carismas en un único cuerpo.

En este contexto se analizó el tema del papel de los laicos, y en particular de las mujeres, en la Iglesia. Los ponentes subrayaron que todos los carismas son importantes, pero que no es necesario que todos ellos se expresen en los ministerios eclesiales.


El papel y la contribución de las mujeres
A algunos grupos, informaron los oradores, se les pidió que consideraran, sin "enfoques ideológicos y prejuiciosos", si algunas cuestiones se estaban planteando como resultado de tendencias e ideologías de moda en lugar de un "verdadero discernimiento eclesial".

En este mismo marco, los oradores recordaron que "el bautismo confiere a todo creyente la misma dignidad". Con respecto a la cuestión de la mujer y el sacramento del Orden, algunos miembros del Sínodo sugirieron la posibilidad de profundizar en la posibilidad de ministerios como el "ministerio de consolación", subrayando la importancia de recordar las importantes contribuciones que las mujeres han hecho y siguen haciendo dentro de la Iglesia.

Los miembros del Sínodo subrayaron con fuerza la "igual dignidad y corresponsabilidad" de todos los bautizados. Esto, se dijo, es la base para la reflexión sobre la inclusión de los laicos -y especialmente de las mujeres y los jóvenes- en los procesos de toma de decisiones de la vida eclesial.

En el contexto de las relaciones entre hombres y mujeres, algunos Grupos sugirieron la necesidad de identificar los miedos y temores detrás de ciertas posiciones, "porque estos temores en la Iglesia han llevado a actitudes de ignorancia y desprecio hacia las mujeres". La identificación de tales temores puede favorecer el trabajo de discernimiento eclesial.

Laicado, lenguaje, rostro de los pobres
Algunas de las Tablas de Lenguaje observaron que en algunos lugares del Instrumentum laboris los laicos, así como la familia "Iglesia doméstica", apenas son mencionados.

También es necesario explorar más a fondo la relación entre las iglesias locales y las culturas, ya que cada iglesia local está "forjada" por una cultura sin dejar de ser ella misma.

En esta línea, también se mencionó la cuestión del lenguaje, pidiendo que sea "sencillo" y que se cambien "algunas formulaciones que son fruto de una perspectiva eurocéntrica y occidental".

Finalmente, como último punto, hubo una doble invitación a partir de las experiencias y realidades pastorales "porque la vida es más importante que la teoría"; y a "mirar el rostro de los pobres desgarrados por las guerras, la violencia y los abusos".


Más que intervenciones
Después de las cinco ponencias, se abrió el turno de la palabra a quienes quisieron intervenir. Treinta y seis oradores se dirigieron a la Congregación General, tocando temas como la importancia de los laicos, el papel de la mujer en la Iglesia (una oradora calificó como "un defecto" la idea de que se las vea sólo como "consoladoras" y no como alguien que pueda predicar o dirigir una organización).

En la misma línea, un orador, recordando el ejemplo de los misioneros, incluso laicos, que en todo el mundo guían comunidades enteras, señaló que algunas mujeres se sienten llamadas por Dios a ser ordenadas y lo piden a la Iglesia.

También se solicitó que las mujeres participen en el Grupo de Estudio sobre Ministerios y Carismas y que el resultado del trabajo de este Grupo sea discutido en un espacio sinodal para brindar asesoramiento y discernimiento.

Diálogo y escucha
Las intervenciones posteriores reiteraron la importancia de desarrollar una espiritualidad sinodal, la escucha activa, la cercanía, el apoyo sin prejuicios, incluso de quien es diferente, de quien no nos hace sentir cómodos.

Algunos oradores pidieron más diálogo con otras culturas, filosofías y religiones, y subrayaron la necesidad de respetar y reconocer "al otro", "porque esto une al pueblo de Dios".

Respecto a la escucha, tomando como tema "Ampliemos el espacio de la tienda", los oradores pidieron a los participantes del Sínodo escuchar más profundamente a quienes se encuentran en condiciones de pobreza y sufrimiento y a quienes se sienten excluidos de la sociedad y de la Iglesia, como los divorciados, los marginados y la llamada comunidad "LGBTQ".

"Ampliar el espacio" en la liturgia
Los oradores también mencionaron el tema del clericalismo, subrayando que "en la Iglesia no hay amo ni súbditos. Hay un solo Señor y todos somos hermanos".

El Dr. Ruffini destacó las referencias al tema "repetido y celebrado" de la liturgia, que puede convertirse en un "espejo de la sinodalidad".

Una propuesta fue que "en la próxima liturgia común de los miembros del sínodo el espacio de la tienda podría ser 'ampliado'".


Oradores invitados en la conferencia de prensa
En la rueda de prensa de este viernes estuvieron presentes cuatro miembros de la Asamblea General: el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat (Marruecos) y presidente de la CERNA (Conferencia Episcopal Regional del Norte de África); monseñor Antony Randazzo, presidente de la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía (FCBCO); monseñor Matthieu Rougé, obispo de Nanterre (Francia); y la hermana Xiskya Lucia Valladares Paguaga, de Nicaragua, experta en redes sociales y evangelización digital.

Los cuatro ponentes relataron la experiencia de la sinodalidad desde sus propios entornos: parroquias, diócesis, naciones y continentes.

El cardenal López Romero relató la experiencia en África de "una sola religiosa que creó un movimiento de intercambio, de reflexión, sobre la sinodalidad" y que "sola hizo más que muchas Conferencias Episcopales". También habló de los diversos encuentros sinodales en Marruecos que permitieron a los mismos cristianos "descubrir quiénes somos, pocos en número pero pertenecientes a más de 100 países: una riqueza extraordinaria pero también algunas dificultades para vivir la comunión".

Monseñor Rougé habló de las "prácticas sinodales" en Nanterre, pero quiso centrarse más en el gran Sínodo del Vaticano: "Estamos muy contentos de volver a encontrarnos, esto tiene que ver con la intensidad con la que vivimos la primera sesión. Todos llegaron con dudas y temores, luego con el método de la conversación en el Espíritu tuvimos una profunda experiencia espiritual que intentamos compartir en nuestras diócesis".

Monseñor Rougé destacó que las palabras del Papa Francisco: "El Sínodo no es un Parlamento" fueron muy fuertes. "El año pasado lo dijo dos veces, este año sólo una porque pensó que lo habíamos entendido", sonrió el obispo.

Las fragilidades de los países de Oceanía
Desde el centro de Europa, la atención se dirigió al gran territorio de Oceanía, con las palabras de monseñor Randazzo. Oceanía abarca un gran porcentaje de la tierra, pero es "frágil", considerando zonas como Papúa Nueva Guinea -recientemente visitada por el Papa-, las Islas Salomón y los diversos archipiélagos del Pacífico que también sufren a veces una sensación de abandono.

Monseñor Randazzo habló de la gran alegría al ver la felicidad de la gente por la llegada del Papa a Port Moresby, emocionada al darse cuenta de que el Papa había encontrado el tiempo para venir desde Roma y atravesar el mundo entero para llegar a una de las zonas más frágiles de la tierra"; una zona que, sin embargo, es rica en recursos naturales.

En este sentido, el obispo denunció cierta "voracidad" por parte de los países desarrollados que llegan a exigir acuerdos y compromisos con los países pobres, y por tanto vulnerables, para obtener preciosos recursos naturales.

Condenó la destrucción de los recursos naturales, que provoca sufrimiento a comunidades enteras, y señaló a los migrantes que se dirigen a países más estables en los mares de Oceanía, obligados a abandonar sus hogares debido al aumento del nivel del mar.

Para los pueblos de Oceanía, el concepto de sinodalidad no es algo extraño, sino todo lo contrario, algo que conocen y aplican desde hace miles de años: reunirse y escucharse unos a otros con respeto.

Hablan de océanos, bosques, pesca, pero también de fe. Monseñor Randazzo se queja, sin embargo, de que "cuestiones de nicho" -las preocupaciones sobre todo de las ricas culturas occidentales- reciben más atención que los graves problemas que afronta el resto del mundo.

No a los modelos corporativos en la Iglesia
En respuesta a las preguntas de los periodistas, el presidente de la FCBCO lamentó la tendencia de la Iglesia a adoptar modelos de organización adoptados del mundo empresarial. Expresó su descontento con palabras como "networking", que es el lenguaje de los empresarios. El lenguaje de la Iglesia, en cambio, debería ser el lenguaje de la "comunión", del estar juntos. Le preocupa que algunos en la Iglesia estén tan preocupados por volverse "sofisticados" que "corremos el riesgo de excluir a la gente".


El "verdadero escándalo" es la exclusión de las mujeres
Entre los temas "de nicho" que despertaron la preocupación de Randazzo estaba el de la ordenación de mujeres, un debate que lleva décadas en curso. Randazzo habló con pasión y dijo que una pequeña minoría de voces occidentales está "obsesionada" con el tema.  

El verdadero "escándalo", dijo, radica en que las mujeres son ignoradas por la Iglesia; o, peor aún, son marginadas, se convierten en víctimas de violencia doméstica y son excluidas de los entornos laborales.

"¡Esto es un escándalo contra el Evangelio!", afirmó el obispo Randazzo.

La importancia de la misión digital
La hermana Xiskya enfatizó la urgencia de trabajar en la "misión digital", que enfrenta desafíos en una era de nuevas tecnologías e inteligencia artificial.

"El 65 por ciento de la población mundial frecuenta las calles digitales", afirmó, y señaló que "la pobreza física también se encuentra en las redes sociales".

Desde el inicio del Sínodo, explicó la religiosa, se están creando oficinas en las Conferencias Episcopales, se están organizando encuentros con los misioneros y se están compartiendo experiencias de misioneros digitales.

Estos misioneros, dijo Xiskya, son aquellos que "en las mismas calles de la red tratan de acompañar y estar cerca de los alejados que sin embargo buscan la verdad y caminan heridos en el mundo", a veces a causa de experiencias negativas con la Iglesia.

"Samaritano cerca"
La orientación de este trabajo, informó la hermana Xiskya, le fue dada personalmente por el Papa con un neologismo: "Samaritanear", es decir, ser buenos samaritanos que "se acercan a las personas que caminan por caminos digitales", tanto a los que "quieren redescubrir los valores del Evangelio" como a los que "nunca han escuchado el nombre de Jesús".

En este ámbito, la sinodalidad es una gran esperanza, especialmente considerando la polarización y las relaciones tóxicas que se pueden encontrar en las redes sociales.

Abordar los problemas
El cardenal López Romero también habló de la riqueza del itinerario sinodal, diciendo: "Este Sínodo es sumamente enriquecedor. Nuestra Iglesia todavía está demasiado europeizada, occidentalizada. Tenemos que vivir este camino ayudándonos unos a otros, para que la Iglesia salga más católica, más universal".

En este sentido, citó el ejemplo de un obispo africano de una diócesis con muchas vocaciones y muchos bautismos: "Reprochó a un obispo europeo que quisiera darle una lección cuando sus iglesias estaban vacías".

Por supuesto, "los europeos debemos aprender a ser humildes, pero los africanos tampoco deben jactarse, porque el éxito no depende de los números. Debemos ayudarnos mutuamente a vivir el Evangelio", afirmó el cardenal.

"Habrá avances, retrocesos, encuentros, choques, pero hay que mostrar la madurez de tener paciencia, ¿los que van más rápido esperan a los que van más lento? Es bueno que haya problemas, hay que atenderlos y no esconderlos bajo la alfombra".

Reacciones a Fiducia suplicans
Sobre las reacciones a la declaración doctrinal Fiducia supplicans, que introdujo la posibilidad de ofrecer la bendición a personas en "relaciones del mismo sexo", una declaración que provocó reacciones contrarias incluso dentro de la propia Iglesia africana.

"Se trata de un documento  -subrayó el cardenal marroquí-  que debería haber pasado por un camino sinodal". Señaló que el documento no procede del Sínodo sino del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

El cardenal López Romero señaló que su conferencia episcopal llegó a una conclusión diferente a la de otros episcopados africanos. También señaló que otras naciones, hablando en nombre del continente africano, tomaron una decisión "sin haber consultado a toda África". El presidente del SECAM, el cardenal López, dijo: "De hecho, nos pidió disculpas".

También esto, subrayó, es sinodalidad; y aprenderla "no es fácil".+