Nicaragua: premian al obispo Alvarez en su 57º cumpleaños

El obispo de Matagalpa, encarcelado por el régimen, obtuvo el premio 'Carisma', otorgado por la Conferencia Española de Religiosos (CONFER). Lo recibió en su nombre el obispo auxiliar de Managua.

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, diocesano de Matagalpa, condenado el pasado mes de febrero a más de 26 años por traición a la patria tras negarse a abandonar Nicaragua, cumplió este lunes 27 de noviembre 57 años, el primero en prisión y el segundo privado de libertad.

Además, en las últimas horas, Álvarez fue galardonado con el premio 'Carisma' por parte de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), el cual fue recibido en su nombre por el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez. En su discurso, difundido a través de las redes sociales, agradeció el premio en nombre de Rolando Álvarez, recordando que "se encuentra injustamente encarcelado, condenado a más de 26 años de prisión, simplemente por proclamar la justicia y la verdad en nombre del Evangelio, por defender los derechos y la dignidad de las personas, por caminar al lado de los más pobres".

"La situación que vive monseñor Rolando es un ícono de lo que vive nuestro país. El régimen brutal que domina Nicaragua desde hace algunos años como una feroz dictadura ha convertido a la nación en una gran prisión", ha continuado argumentando Báez, quien no dudó en definir a Rolando Álvarez como “un ícono de lo que vive todo el pueblo".

El obispo auxiliar de Managua pidió mantener a Nicaragua y al obispo Álvarez "en la oración por su pronta liberación incondicional e inmediata, y por un futuro de paz, de justicia y de libertad para nuestro pueblo".

Rolando Álvarez, privado de libertad desde agosto de 2022
Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue condenado en febrero pasado a 26 años y 4 meses de prisión por delitos considerados como traición a la patria. El alto jerarca había tenido un papel destacado en la mediación que ejerció la Conferencia Episcopal de Nicaragua durante el fallido proceso de diálogo, tras las masivas protestas ocurridas en abril 2018.

Posteriormente, en agosto de 2022, fue arrestado por la Policía Nacional, que lo envió a su casa, acusado de "conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y de propagación de noticias falsas". El 9 de febrero de 2023 fue enviado por el Sistema Penitenciario Nacional a la prisión de máxima seguridad de Nicaragua, conocida como 'La Modelo', tras negarse a subir a un avión que lo iba a llevar, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, a los Estados Unidos.

La negativa del obispo provocó la indignación de Ortega, que lo calificó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno". Un día después, fue sentenciado a más de 26 años de prisión, despojado de su nacionalidad y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida.+