Patriarca maronita: el asesinato de Nasrallah, 'una herida en el corazón de los libaneses'
- 30 de septiembre, 2024
- Beirut (Líbano) (AICA)
El cardenal Béchara Boutros Raï se pronunció sobre el final del jefe del movimiento chiita Hezboláh, asesinado por las bombas lanzadas sobre Beirut por el ejército israelí.
"El asesinato de Sayyed Hassan Nasrallah abrió una herida en el corazón de los libaneses; pero el martirio incesante de los líderes cristianos y musulmanes que creían en las causas de la verdad, de la justicia y de la defensa de los débiles refuerza la unidad entre los libaneses, una unidad de sangre, de pertenencia y de destino": con estas palabras, el patriarca maronita Béchara Boutros Raï pronunció sus primeras palabras públicas acerca del final del jefe del movimiento chiita Hezboláh, asesinado el viernes por la noche por las bombas lanzadas sobre Beirut por el ejército israelí.
El patriarca maronita pronunció esas palabras en el transcurso de la homilía de una misa celebrada el domingo 29 de septiembre, en la residencia patriarcal de verano de Dimane. Se trató de na misa -dijo el cardenal libanés- para pedir por el eterno descanso de las almas de las víctimas de estos días, y también para implorar por la paz.
"El martirio por la patria común -prosiguió el patriarca maronita- es el martirio elegido por los creyentes de todas los componentes libaneses que lo han compartido, dejándonos una invitación a la lealtad y a la fidelidad hacia su sacrificio por una patria que amaban, aunque su visión de cómo gestionarla y de cómo practicar la política fuera diferente".
"La sangre derramada por quienes se sacrificaron por la patria libanesa -prosiguió el cardenal Raï, refiriéndose a la crisis político-institucional que paraliza el país desde hace años- nos pide a gritos que defendamos el Líbano contra toda agresión y que elijamos a un presidente de la República que devuelva al país a su lugar entre las naciones". El cargo de Jefe de Estado, que en el sistema institucional libanés debe recaer en un cristiano maronita, está vacante desde hace casi dos años debido a los vetos interpartidistas y sectarios.
En su homilía, el cardenal libanés -que también se mostró crítico en el pasado reciente con las estrategias de las milicias de Hezboláh, que han abierto su flanco a las represalias israelíes- reiteró que "la comunidad internacional está llamada a actuar seriamente para detener el ciclo de guerra, muerte y destrucción en este país, preparando el terreno para una paz justa que garantice los derechos de todos los pueblos y componentes de la región".
"Ha llegado el momento -añadió el Patriarca maronita- de que todos los libaneses comprendan que no tienen a nadie que los ayude y apoye, sino a ellos mismos, unidos y solidarios entre sí, comprometidos en la gestión de los asuntos de la casa libanesa en el espíritu del Pacto Nacional, en un estado de derecho e institucional".+