Nuevo informe de la UCA: Pobreza Multidimensional fundada en derechos económicos y sociales
- 25 de marzo, 2019
- Buenos Aires (AICA)
El 31,3% de la población urbana, unas 12.700.000 personas, son pobres, revela el Informe "Pobreza Multidimensional fundada en derechos económicos y sociales. Argentina Urbana 2010-2018" dado a conocer por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).
El estudio revela que el 31,3% de la población urbana, unas 12.700.000 personas, son pobres porque no tienen ingresos para comprar los alimentos y demás productos de una canasta básica, y además tienen entre una y tres carencias sobre seis indicadores básicos: alimentación, vivienda, salud, educación, trabajo y servicios esenciales.
La erradicación de la pobreza constituye un tema de agenda relevante en términos de política pública, de aquí surge la necesidad de acordar criterios, definiciones y métodos de medición, monitoreo y evaluación. En la actualidad, la Argentina mide oficialmente la pobreza de su población a través de los ingresos corrientes de los hogares, existe sin embargo consenso sobre la necesidad de revisar las definiciones conceptuales del fenómeno como de desarrollar nuevas metodologías para su medición que complementen las actuales.
En este informe se presenta una propuesta de medición de pobreza multidimensional trabajada en el ODSA, que basada en el enfoque de derechos, define una serie de dimensiones a partir de las cuáles se evalúan privaciones no monetarias, se identifica la situación de pobreza en la intersección de privaciones no monetarias y de pobreza por ingresos.
En esta edición del informe, se concluyó que 6 de cada 100 hogares urbanos experimentan inseguridad alimentaria severa, un problema que se asemeja a la crisis de 2009. Por otra parte, 1.7 de cada 10 hogares no logran cubrir sus necesidades básicas de salud, situación que ha empeorado con la crisis.
Además, el informe refleja que 3 de cada 10 hogares urbanos no cuenta con red de cloacas, y 1 de cada 10 no cuenta con servicio de red de agua potable. A pesar de la mejoría en los últimos años, el déficit continúa siendo estructural.
El informe arrojó que 14 de cada 100 hogares habitan en viviendas precarias y al menos 8 de cada 100 no cuentan con baño y conviven hacinados. El 27% de la población habita en hogares con alguno de estos déficit. Ha habido una mejora en los últimos años pero la pobreza estructural se profundiza.
También se informa que casi 2 de cada 10 hogares residen en espacios medio ambientales no adecuados, sea porque no cuenta con servicios de recolección de basuras, vive cerca de industrias insalubres o de espejos con agua contaminada.
Si bien en algo más de 1 de cada 10 personas presenta déficit educativo, 3 de cada 10 hogares registran alguno de estos problemas: 3% de los niños de entre 4-17 años no asiste a la escuela, 23% de los jóvenes no terminó el secundario y 10% de los adultos no terminó el primario.
El 30% de los hogares se encuentra marginado de los derechos laborales. Al menos 28% de hogares no tienen ningún vínculo con el sistema de la seguridad social, y 4% registra situaciones de desempleo estructural (de larga duración). En dichos hogares habita el 34% de la población urbana.
Si bien las carencias de derechos sociales viene bajando durante las últimas dos décadas, los niveles de déficit siguen siendo muy altos: 63% de los hogares está afecto por al menos una de las 6 dimensiones de derecho consideradas, 42% en al menos dos y 26% en tres o más. En esta situación se encuentran casi 3 de cada 10 argentinos.
Si bien las carencias vienen en promedio cayendo, las desigualdades entre estratos socioeconómicos han continuado creciendo. Los sectores más pobres y las clases medias bajas tienden a permanecer o agravar situaciones de exclusión, mientras que han sido las clases medias y medias altas las que continúan mejorando sus condiciones de vida. De igual manera, es el conurbano bonaerense donde se concentran las mayores incidencias y proporciones de exclusión.
Debido al aumento de la pobreza por ingresos, la pobreza multidimensional medida por carencias en derechos y en ingresos, ha vuelto a aumentar en el último año, afectando al 23% de los hogares urbanos y al 31% de la población. Es el valor más alto registrado durante esta década.
Al mismo tiempo, la pobreza estructural multidimensional, aquella que es pobre por ingresos y presenta además 3 o más carencias, afecta al 14% de los hogares y casi a 2 de cada 10 habitantes urbanos (18,6%). Se trata de valores muy similares a los que presentaba la sociedad en 2009-2010. Debido al aumento en la pobreza por ingresos, las relativas mejoras observadas en los derechos sociales no impactaron en el índice.
A igual que la pobreza multidimensional, la pobreza estructural afecta fundamentalmente a los segmentos con inserciones económicas marginales, sectores populares y clases medias bajas. Durante el último año, los sectores más afectados han sido justamente las clases obreras y medias bajas.
Resumen del informe sobre Pobreza Multidimensional