Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Uriona: "Las Bodas de Caná no es un simple milagro de cambiar el agua en vino"

  • 19 de enero, 2022
  • Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
El obispo de Río Cuarto reflexionó sobre la simbología que esconde este pasaje, y resaltó que María viene a anticipar "la hora de Jesús" que es su glorificación.
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En su homilía de este segundo domingo del tiempo ordinario, monseñor Adolfo Armando Uriona FDP, obispo de Villa de la Concepción de Río Cuarto, reflexionó sobre la simbología del texto enmarcada en las Bodas de Caná. 

En primer lugar, el obispo hace alusión a la observación de la Virgen que avisa a Jesús que los novios no tienen vino: “Este tiene un significado importante en la Palabra de Dios, cuando los profetas anuncian que vendrán los tiempos mesiánicos, lo anuncian a través de un banquete suculento de vinos añejados y buenos. El vino ya, desde el Antiguo Testamento, era señal de la alegría de la presencia de Dios, de la acción de Dios entre los hombres. El vino traía un significado de la salvación que venía a traer el Mesías”, explicó. 

Además, señaló que “Jesús cambia el agua en vino, pero Juan nunca los llama milagro, los llama signos porque justamente significa otra cosa. No se queda en el hecho maravilloso. La otra cosa es esa. Lo que decían los profetas. Cuando venga el Mesías abundará vino bueno, añejado que traerá la alegría”. 

También, detalló que el segundo significado está centrado en la figura de la Virgen: “San Juan menciona en dos momentos la presencia de María: en las Bodas de Caná y al pie de la cruz. Y hay elementos semejantes. En los dos momentos Jesús la llama mujer. En los dos momentos están presentes los discípulos”. 

Para continuar con su reflexión, puso énfasis en el momento en el que Jesús aclara que no ha llegado su hora: “La hora de Jesús es justamente la hora de la glorificación, el paso de la muerte a la vida a través de la cruz y la resurrección. Cuando Jesús le dice a María que no ha llegado su hora, significa que todavía no había llegado la hora de glorificación. Pero a su vez, María con su influencia, con su acción, adelanta la hora de Jesús, y este, al cambiar el agua el vino, anticipa su glorificación”.

Por último, resumió: “Las Bodas de Caná no es un simple milagro de cambiar el agua en vino, sino que tiene todo un significado muy profundo que indica los tiempos mesiánicos y que anticipa la Pascua de Jesús”.

Y para tantas personas que están tristes, pidió que "María anticipe a Jesús y nos traiga el sentido de la presencia del Mesías. Porque solo teniendo a Jesús podemos tener la auténtica alegría. Vivimos en un mundo tiene diversión, pero le falta alegría".

"Que María Santísima nos de ese don maravilloso que es la alegría de Dios”, concluyó.+