Río Cuarto celebró la ordenación de un nuevo diácono

El obispo local, monseñor Adolfo Uriona, confirió el diaconado permanente a Enrique José Bianchi. La misa fue celebrada en la parroquia Santa María Teresa Goretti

El obispo de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona, presidió el sábado 30 de diciembre la Eucaristía en la parroquia Santa María Teresa Goretti, donde confirió el diaconado permanente a Enrique José Bianchi.

La ceremonia se llevó a cabo con gran júbilo y congregó a la familia de Enrique, a amigos suyos y a miembros de la Iglesia diocesana, quienes compartieron tanto la alegría del momento como el dolor por la reciente pérdida de la madre de Enrique.

Durante la homilía, monseñor Uriona destacó la importancia del diaconado, el primer grado del sacramento del Orden, que también incluye el presbiterado y el episcopado.

El título “permanente” distingue este servicio de aquel “transitorio” que conduce al sacerdocio, y puede ser conferido a personas casadas, explicó el diocesano, recordando los orígenes del diaconado, establecido por los apóstoles para asistir a los más desfavorecidos. Una tradición que continúa hoy, con los diáconos proclamando el Evangelio, predicando la Palabra, administrando bautismos, asistiendo matrimonios y, sobre todo, sirviendo a los más necesitados.

La celebración coincidió con la Octava de Navidad y la fiesta de la Sagrada Familia, lo que el prelado consideró "providencial", ya que el ministerio diaconal de Enrique se ejercerá en el contexto de sus responsabilidades familiares y laborales.

Citando al Papa Francisco, subrayó animismo la reciprocidad entre familia e Iglesia, y cómo cada familia, a través del sacramento del matrimonio, se convierte en un bien para la Iglesia.

El obispo de Río Cuarto concluyó su homilía con una exhortación a Enrique para que busque la santidad en su compromiso familiar y en su nuevo servicio al pueblo de Dios, y pidió a la comunidad que se comprometa a rezar por él, para que sea fiel y perseverante en su ministerio.+