Mons. Uriona: "La misión es la esencia del cristiano"
- 10 de febrero, 2021
- Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
La misa del quinto domingo durante el año fue celebrada en la parroquia Nuestra Señora de la Merced de Río Cuarto por el obispo diocesano.
El obispo de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, celebró la misa del quinto domingo durante el año, el 7 de febrero, en la parroquia Nuestra Señora de la Merced.
En su homilía, el obispo mencionó que los relatos evangélicos de San Marcos en estos domingos nos muestran “el día de un misionero”: “Jesús viene con la misión de anunciar el Reino, primero en la sinagoga, hablando a los corazones sedientos de los hombres. Luego va a la casa de Pedro y Andrés y allí cura a la suegra de Pedro”, dijo mencionando el segundo aspecto de la misión y agregó que “al atardecer llegaron más enfermos y Jesús curó a muchos”.
Finalmente, el día terminó “cuando Jesús se va a orar solo al Padre”, recordó monseñor Uriona, y resaltó que “la fuerza que tiene de enseñar, de curar y de expulsar a los demonios, le viene de la oración”.
Monseñor Uriona recordó que “Jesús quería que la gente se de cuenta por las palabras y por los hechos de que Él era el hijo de Dios. Luego mostraría la fuerza de su poder en la Cruz”. Pero aclaró que Jesús “no es un ‘milagrero’, los milagros son simples signos de que el viene a traernos la salvación”.
Más adelante mencionó que “la misión es la esencia del cristiano”, ya que “todos somos, por el bautismo, discípulos misioneros, y estamos llamados a llevar el Evangelio con nuestras palabras y con nuestra vida, donde nos toque actuar”.
El prelado animó a la comunidad y rogó “que este Evangelio nos anime, y también el ejemplo de tantos que se dedican a transmitir la palabra en sus familias, como catequistas y misioneros”, porque “todos estamos llamados a anunciar que Jesús está presente, y eso es lo que tenemos que vivir a pleno en nuestra vida”.
Finalmente, se encomendó a Nuestra Señora de la Merced, “la misionera que nos trajo a Jesús al mundo, que Ella nos ayude a tener este espíritu, para ser siempre una Iglesia misionera y en acción”.+