Mons. Tissera: "El pueblo necesita pastores"
- 28 de abril, 2021
- Quilmes (Buenos Aires) (AICA)
En su homilía para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el obispo de Quilmes llamó a orar: "El pueblo necesita ministros que alimenten a los creyentes con la gracia de los sacramentos".
El cuarto domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, celebró la Eucaristía en la capilla del obispado, transmitida por redes sociales para toda la comunidad quilmeña.
En su homilía, el prelado mencionó la 58ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y animó a orar por "aquellas personas que sienten el llamado del Señor a seguirlo en el servicio al pueblo de Dios, en diferentes estilos de vida y ministerios, para que puedan responderle con generosidad y alegría".
Monseñor Tissera recordó que del Buen Pastor se presenta con el título "Yo soy", "que es el eco del Yo-Soy (Yahvé) divino del Antiguo Testamento, que conlleva un mostrarse como Dios decidido y comprometido con su pueblo: Yo soy y seré para siempre Pastor que salva a las ovejas".
Este Buen Pastor se presenta con estas dos características: "Da la vida por las ovejas; conoce a las ovejas y las ovejas lo conocen a Él". "Vienen a nuestra memoria cuántas y cuántos cristianos, algunos más cercanos a nosotros, que encarnaron a ese buen Pastor", expresó el obispo, mencionando obispos, mártires y ejemplos de nuestro tiempo que se asemejan a este Buen Pastor.
Luego hizo alusión al camino sinodal de la diócesis, que durante el tiempo de pandemia invitó a "no quedarnos mirando nuestro pequeño espacio individual, nuestros gustos y propios deseos, y sepamos dejarnos impactar por el dolor y sufrimiento que vive la inmensa mayoría de nuestro pueblo, atravesados por el dolor y sufrimiento que causa la enfermedad y la muerte; con las necesidades básicas muy comprometidas".
Más adelante, monseñor Tissera definió las virtudes de este Buen Pastor encarnadas también en San José, y reflexionó: "El pueblo necesita pastores, ministros que prediquen el Evangelio, que alimenten a los creyentes con la gracia de los sacramentos, que los ayuden a formar y a vivir en fraternidad, en comunidad". En este sentido, animó a rezar por los seminaristas de la diócesis y por las futuras vocaciones.
"Que Jesús Buen Pastor cargue sobres sus hombros a las hermanas y hermanos más frágiles, los enfermos y las personas mayores, los abandonados y olvidados, los que se sienten solos y maltratados, los que han perdido su trabajo o que no tienen donde vivir", añadió luego, y encomendó también a los afectados por el Covid-19.
Finalmente, tomó un poema del beato Enrique Angelelli para despedirse: "Mi vida fue como el camino pegadita al arenal, para que la transite la gente pensando: 'hay que seguir Andando, nomás'".+