Mons. Tissera: "Ámense como compromiso de buscar siempre el bien del otro"
- 23 de noviembre, 2022
- Quilmes (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Quilmes ordenó este lunes cinco nuevos diáconos permanentes para la diócesis y recordó el llamado al amor recíproco que hace Jesús en el Evangelio.
Monseñor Carlos José Tissera ordenó este lunes 21 de noviembre cinco diáconos permanentes para la diócesis de Quilmes en la catedral Inmaculada Concepción. Participaron de la celebración el obispo emérito de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín sdb, sacerdotes y diáconos de la diócesis, familiares, amigos y miembros de las comunidades de los nuevos diáconos.
Por la imposición de manos y oración del obispo de Quilmes recibieron el Orden Sagrado del diaconado José María Hernández, Alejandro Gabriel Martínez, Claudio César Serio, Mario Adrián Meichtry y Manfredo Guillermo Klein, quienes eligieron como lema de ordenación "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad."
El Papa Francisco les hizo llegar su saludo, que leyó el padre Marcelo (Peky) Eyheramendi, director del Instituto de Formación Diaconal “San Lorenzo Mártir”: “A José, Gabriel, Claudio, Mario y Freddy, les envío mi cordial saludo y la seguridad de mi cercanía en el día de su ordenación diaconal. Rezo por ustedes; por favor, háganlo por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”.
En la homilía, monseñor Tissera dio cuenta de la alegría de la Diócesis de Quilmes “al ver que estos hombres se deciden a solicitar el Sagrado Orden del diaconado, y la Iglesia los acepta y por la imposición de las manos y la invocación del Espíritu son consagrados”.
También recordó el mandato de Jesús, “Ámense” y haciendo hincapié en ese llamado al amor recíproco entre todos agregó: “Los discípulos tendrán que hacer un proceso de conversión, liberarse del instinto de poder que los llevaba a luchar por los primeros puestos, y abandonar las peleas y la competencia, centrados sólo en el propio interés. Ámense, como compromiso de buscar siempre el bien del otro, en la forma que los distintos momentos y necesidades lo requieran”.
El obispo de Quilmes hizo alusión a las palabras del Siervo de Dios Jorge Novak en el discurso de apertura de la 2ª Sesión del primer Sínodo Diocesano del 20 de septiembre de 1982: “Este primer Sínodo ha de incorporar en forma inequívoca a los diáconos permanentes, a los lectores y acólitos, a los animadores de comunidades a nuestra vida eclesial. Para comenzar es necesario insistir que no nos referimos a tales ministerios como si fueran transitoriamente una ayuda a los presbíteros, por el número insuficiente de éstos. El punto de partida de nuestro análisis pastoral no es un lamento de penuria, sino la gozosa constatación de una plenitud. Jesús, Siervo de Yahveh, y servidor de los suyos, ha provisto a su comunidad con una sobreabundante gracia de servicialidad”.
Monseñor Tissera agradeció a las familias de los nuevos diáconos: “La entera entrega al Señor y su Iglesia supone también la generosidad de sus esposas, que libremente han expresado su total consentimiento para este servicio eclesial. Es de nobleza agradecer, en nombre de la comunidad cristiana, este gesto profundo de amor a Dios y a su pueblo. No sólo expresamos nuestra gratitud a las esposas, sino también a sus hijos que, privándose del legítimo tiempo que el papá les pudiera dispensar, consienten y respetan la decisión de él para seguir este llamado del Señor”. Y a los diáconos les dijo que “el Señor les conceda la gracia de ser humildes, valientes, dóciles, disponibles, de fe sólida y de amor intenso y generoso”.
A continuación, el prelado les impuso las manos y elevó la plegaria de Ordenación, para que luego los familiares y amigos de cada uno los revistan con la estola y la dalmática, vestimenta característica que representa el reinado de Cristo. También les entregó el Evangelio y unos recipientes para el lavatorio de pies, como símbolos de su servicio.
Para finalizar, el presbítero Armando Dessy, canciller del obispado de Quilmes, leyó los decretos que definen las comunidades parroquiales donde ejercerán sus ministerios:
- Diácono José María Hernández: Parroquias Nuestra Señora del Puente y San Francisco de Asís de Berazategui
- Diácono Manfredo Guillermo Klein: Parroquia Nuestra Señora de Czestochowa de Ezpeleta
- Diácono Alejandro Gabriel Martínez: Parroquias Madre de Dios y San Juan el Precursor de Florencio Varela
- Diácono Mario Adrián Meichtry: Parroquia San Cayetano de Florencio Varela
- Diácono Claudio César Serio: Parroquia Nuestra Señora de la Guardia de Bernal
Los diáconos hicieron presentes a los sacerdotes fallecidos Carlos Abad y Leonardo Sal, y agradecieron a sus familias, a sus formadores de la Escuela Diaconal, a los sacerdotes del clero, al obispo de Quilmes, a las comunidades de origen de cada uno y a aquellas en las que les tocó servir. Por último, pidieron la oración por la fecundidad de sus ministerios.+