Mons. Olivera: "El día de nuestra muerte forma parte de la Providencia Amorosa del Padre"

El obispo castrense presidió la misa por los fieles difuntos en la catedral Stella Maris, donde rezó por los efectivos que murieron en actos de servicio y por los fallecidos a causa de la pandemia.

El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, presidió el martes 2 de noviembre la misa concelebrada por capellanes por la conmemoración de los fieles difuntos en la catedral Stella Maris, del barrio porteño de Retiro.

“Una vez más todos nosotros tenemos la posibilidad no sólo de rezar por nuestros hermanos caídos en actos de servicio, sino por los que en este tiempo fallecieron a causa de la pandemia”, señaló en la homilía.

Monseñor Olivera recordó que “el motivo que nos reúne hoy es rezar por nuestros camaradas, que murieron en actos de servicio, por todos los difuntos y por la triste realidad del coronavirus, muchos contagiados por servir”.

“No sabemos el último día, para que no descuidemos ninguno. Frente al final, de cara a la verdad, lo superfluo cuenta poco”, aseguró, y subrayó: “El tiempo es corto. Los que ya tenemos edad, ¿no nos sorprende cómo nos pasaron los años? El libro de la Sabiduría dirá 'como una sombra, como un correo veloz'".

El obispo castrense recordó que “la muerte… es tránsito a otra vida, puerta de la eternidad, fin de una vida temporal y para el alma comienzo de una vida eterna… ¡eternamente feliz o eternamente desdichada!”

“La muerte es el día de volver al Padre. La muerte, nuestra muerte está pensada por Dios. No morimos por la fatalidad, no morimos por distracción, no morimos por casualidad, no morimos en las vísperas. El día de nuestra muerte también forma parte de la Providencia Amorosa del Padre”, concluyó.

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