Mons. Olivera animó a los capellanes a seguir el modelo de San Juan de Capistrano
- 23 de octubre, 2020
- Buenos Aires (AICA)
En ocasión de la fiesta en honor de San Juan de Capistrano, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, envió una carta a los capellanes.
El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, envió una carta a los capellanes castrenses en la que aseguró: “Con esperanza, podemos y debemos predicar el Evangelio del amor, el Evangelio de la fraternidad: Jesús nos enseñó el camino”.
La carta fue enviada con motivo de la fiesta de San Juan de Capistrano, patrono de los capellanes militares, que se celebra el 23 de octubre. El 14 de octubre comenzó la novena en honor del santo y la semana de oración por las vocaciones sacerdotales castrenses. Las actividades coinciden también con el 4° aniversario de la canonización del Cura Brochero.
“Él se entregó verdaderamente en cuerpo y alma al Señor. Nosotros bien sabemos que a Dios no debemos darle solamente algo, sino que debemos darle todo”, expresó el obispo en referencia al santo patrono. “Estamos viviendo un tiempo cultural difícil. Todos lo sabemos. Pero también un renovado tiempo para entusiasmarnos en la prédica que Dios posee una palabra para el hombre moderno, para el hombre de hoy”.
Jesús, señaló el prelado, “nos enseñó a vivir esa dimensión filial, pero al mismo tiempo nos enseñó a vivir una dimensión fraternal entre nosotros. Somos hermanos”, recordó.
“En el hoy de nuestra historia, en nuestra Argentina herida -como rezamos, «Nos sentimos heridos y agobiados»- debemos recuperar nuestra salud espiritual, la concordia, la paz, la justicia en la verdad”, pidió, afirmando que “la paz del corazón solo la da Dios, es un don de su amor. Y la paz social debe fundarse en la justicia, la verdad, la libertad y el perdón, como señala San Juan XXIII en Pacem in terris. Precisamente el papa Francisco en su última carta encíclica Fratelli Tutti nos llama a ser artesanos de la paz”, destacó.
Por último, monseñor Olivera les recordó a los capellanes que “San Juan de Capistrano responde ante la amenaza al cristianismo y la cultura de su tiempo”. Y dejó un interrogante: “Nosotros, ¿cómo debemos responder?”.
“Aunque él ganó batallas, la más importante fue la victoria de las almas para Dios. A ello, precisamente, es a lo que estamos llamados los capellanes. Qué maravilloso poder encarnar esto”, consideró, animando a “poder ganar la batalla para que los hombres y mujeres que se nos confían de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad conozcan cada vez más a Jesucristo, vuelvan su mirada a Dios y fortalezcan el vivo deseo de encarnar los valores del Evangelio en sus lugares de trabajo sirviendo a la Patria y teniendo clara conciencia del enorme acto de confianza que la Nación ha puesto en ellos”.+