Jueves 26 de diciembre de 2024

Mons. Ojea: "¡Qué importante es agradecer, es el pleno reconocimiento del otro!"

  • 9 de octubre, 2022
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro le pidió al nuevo santo, Artémides Zatti, que enseñe a los argentinos a practicar esas virtudes que tienen que ver con el servicio al prójimo, al hermano enfermo.
Doná a AICA.org

El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, comenzó su reflexión para el vigésimo octavo domingo del tiempo durante el año expresando: “En el Evangelio salen al encuentro de Jesús diez leprosos diciéndole a gritos: ‘Jesús, maestro, ten compasión de nosotros’. Jesús no temía el encuentro con los leprosos, aparece otra vez este tema en el Evangelio”. “Los manda a presentarse a los sacerdotes, era una enfermedad tremendamente contagiosa que los obligaba al aislamiento y a la soledad y debían presentarse a los sacerdotes en el templo si eran curados para poder certificar su curación; en el camino quedaron curados y uno solo vuelve a agradecerle”.

“Qué importante es agradecer, es el pleno reconocimiento del otro, es un acto de justicia, es establecer de dónde viene el bien, quién es el dador, es un acto de justicia y al mismo tiempo un necesario reconocimiento”, subrayó, y lamentó: “Cómo vamos abandonando estos gestos en la cultura en que vivimos”.

El prelado sanisidrense manifestó que el individualismo reina en nuestra cultura, y más en tiempos de crisis en los que nos llenamos de agresividad; hace que estos pequeños detalles no sean importantes como si al recibir un bien uno se apropiara rápidamente de él y se olvidara de su procedencia” y sostuvo: “Es una falta de nobleza, es impropio del alma noble”.

“Qué importante es la gratitud”, sostuvo y recordó que “el Papa en el capítulo sexto de la encíclica Fratelli tutti, cuando habla de la amistad social y del diálogo, va a destacar el valor que tienen estos pequeños gestos; como en un mundo tan agresivo como el que vivimos hay personas que se dedican a aliviar las heridas de los demás, hay personas que se dedican a decir palabras buenas, a crear espacios de escucha, hay personas que saben agradecer, pedir permiso y pedir perdón; es la virtud de la amabilidad”.

“Tenemos que pedirle al Señor poder recuperar estas pequeñas cosas que nos hacen producir estos reconocimientos de donde surge el verdadero respeto con el que podemos trabajar juntos y reconocer de dónde viene la procedencia verdadera de los bienes”.

Monseñor Ojea dio gracias especiales por la canonización del coadjutor salesiano Artémides Zatti, señalando: “Un enfermero italiano que viene de muy pequeño a Buenos Aires porque la familia sufría de enorme desamparo y gravísimos problemas. Se instala en Bahía Blanca, allí conoce la espiritualidad salesiana, se enamora de la espiritualidad salesiana; cae muy enfermo, tiene la experiencia de la enfermedad y se abandona en Dios, cura su enfermedad y le dedica su vida a servir a los hermanos enfermos, en quienes ve a Jesús”. 

“Es un orgullo para nosotros tener un nuevo santo de nuestra Patagonia argentina; él también conoció al beato Ceferino Namuncurá”.

 “Estamos honrados por tener este santo junto a nosotros y le pedimos que nos enseñe a practicar las virtudes que tienen que ver con el servicio al prójimo, con el servicio al hermano enfermo. Damos gracias al Señor por contar en la Iglesia argentina con un nuevo santo”.+