Mons. Ojea: 'Eduardo Pironio vivía profundamente la alegría'
- 17 de diciembre, 2023
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Que podamos vivir auténticamente la alegría cristiana, por la intercepción de este gran beato argentino", pidió el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, en su reflexión semanal.
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, recordó que el tercer domingo de Adviento “es llamado ‘domingo de la alegría’ por la cercanía de la venida del Señor, porque nuestros corazones ya están preparando la Navidad”.
“Las características de esta alegría no son ruidosas; es el gozo interior del Espíritu Santo, el gozo silencioso de saber que hay algo en el fondo del corazón que está por pasar, y que tiene que ver con mi vida más íntima y con los afectos más íntimos; por eso, en Navidad tenemos deseos de expresar esos afectos y de celebrarlos”, subrayó en su reflexión semanal.
“La alegría verdadera, además de no ser ruidosa, se goza con la verdad; la caridad se goza con la verdad, entonces nunca es fingida, sino que se apoya en algo verdadero, no es simulada, no es falsa”, sostuvo, y agregó: “Finalmente, la alegría cristiana se funda en la Cruz, y aquí uno de los modelos, yo diría, por lo menos en mi testimonio de vida personal, que yo he conocido en la Iglesia, de vivir una verdadera alegría, es aquella persona que fue beatificada: el cardenal Eduardo Pironio, a quien tuve el privilegio de conocer”.
El presidente de la CEA destacó que “Pironio vivía profundamente la alegría, pero vivía este aspecto de la alegría, no solo el silencio de la alegría profunda, no solo la verdad de la alegría auténtica, sino la que se funda en la Cruz; la alegría brota de la Cruz”.
“A él le gustaba mucho citar a san Juan, cuando decía: ´Una mujer, cuando va a tener un hijo siente dolor, pero luego tiene la alegría de haber dado a luz un hijo al mundo’”, recordó.
“Pironio vivió intensamente esa alegría, pero al mismo tiempo, desde el misterio de la Cruz, la alegría de María, que también brota de la Cruz, la alegría de tenerla por Madre; entonces, este domingo celebramos con inmenso gozo la beatificación del cardenal Pironio”.
Monseñor Ojea afirmó que “esa alegría que vivió le permitió, en el testamento espiritual, dar gracias por la vida, por la hermosura de su vida: ´La vida la amo, la entrego y la espero. La amo porque es hermosa; la entrego porque, si no se desgasta por Dios y por los demás, pierde su sentido; y la espero porque es plena en el cielo´”. “Que podamos vivir auténticamente la alegría cristiana, por la intercesión de este gran beato argentino, el cardenal Eduardo Francisco Pironio, a quien celebramos de un modo particular”, concluyó.+