"En el difícil contexto económico y social es revolucionario sostenernos en la alegría, pero una alegría profunda y duradera, que nace del encuentro con el Señor", afirma el arzobispo de Buenos Aires.
El arzobispo de Buenos Aires animó a mirar al Niño Jesús en el pesebre para que su sonrisa y su nacimiento sean motivo de alegría; y llamó a compartir esa alegría entre todos.
"Que podamos vivir auténticamente la alegría cristiana, por la intercepción de este gran beato argentino", pidió el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, en su reflexión semanal.
Francisco dedica su serie de catequesis a resumir cuatro aspectos del celo apostólico. Se centró esta semana en el primero, la alegría, inspirándose en la exhortación apostólica Evangelii gaudium.