Mons. Ojea: 'Despertar del mal sueño de la tristeza y la desesperanza'
- 3 de diciembre, 2023
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
Es el pedido que el obispo de San Isidro invitó a hacerle a Dios en el inicio del Adviento; y animó a "abrazar la realidad", para transformarla con la fe.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, recordó que con el inicio del Adviento “el Señor tiene la iniciativa de venir a visitarnos y tenemos que intentar descubrir el mensaje que quiere darnos para encontrarse con nosotros”.
“Toda nuestra vida está hecha para ese encuentro, nos vamos preparando en el tiempo ¿Cómo nos encuentra?”, preguntó en su reflexión semanal.
“El Evangelio nos habla de la vigilancia, de la necesidad de estar despiertos, de estar atentos, como aquellos que están esperando al dueño de casa que se fue de viaje y puede venir a cualquier hora; podemos estar desatentos por la tristeza, el desaliento y la desilusión, esto nos puede hundir en una caverna de pensamientos negros que no nos conducen a nada”, advirtió.
El obispo sanisidrense destacó que “el Evangelio, siempre, cuando aparece alguna de estas cosas que tienen que ver con el mundo de las tinieblas en el espíritu, invita a la esperanza, a salir de nosotros mismos, a confiar; a no dejarse llevar por el desaliento y la tristeza, sino a tomar el ancla que es Cristo”.
“Él es nuestra esperanza; pero también podemos estar dormidos o podemos estar distraídos porque, como dice una frase de Eliot ´El género humano no soporta el peso de mucha realidad´’”, indicó.
“Es interesante esto: ¿qué significa que la humanidad no termine de aceptar los temas que tienen que ver con el cuidado del planeta? ¿qué significa qué esto se haya transformado en un discurso, pero con escasas soluciones de tipo práctico?”, planteó y agregó: “Esto de mirar para otro lado con tantos desastres que suceden en el mundo en el que estamos viviendo; avalados por científicos, por gente con sentido común; con gente que nos advierte, que nos enseña”.
El prelado se refirió también al “peso de la realidad insoportable cuando nosotros tenemos que ver el fenómeno de la pobreza que duele tanto y preferimos generalmente mirar para otro lado”.
“Por eso nuestro mundo está marcado por la evasión y el huir de la realidad es una gran tentación; por eso este llamado del Señor a la vigilancia y al cuidado”, explicó y profundizó: “La vigilancia me hace detener en las necesidades del prójimo y en la dignidad de mis hermanos, me hace detener en aquello que realmente hace falta, en lo que falta, y al mismo tiempo en la belleza de lo que el Señor nos va regalando cada día y que tenemos que redescubrir”.
Monseñor Ojea animó a pedirle a Dios que “nos despierte del mal sueño de la tristeza y la desesperanza y del mal sueño de huir y de no querer ver la realidad; porque estamos invitados a abrazar la realidad, a transformarla con nuestra fe, sabiendo que quien vine a nuestro encuentro, quien no nos va a fallar y va a estar al lado nuestro, siempre, como Él lo prometió a su Iglesia: ´Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo´”.+