Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Ojea a los ancianos: Mantener la frescura para seguir anunciando el Evangelio

  • 21 de julio, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
"Para poder tener un futuro en el que los jóvenes puedan trabajar, es necesario apoyarse en los sueños de los ancianos", afirmó el obispo en su mensaje para la Jornada Mundial de los Abuelos.
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El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, comenzó su mensaje para la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores destacando el mensaje “hermoso” del papa Francisco, quien  afirma que “Dios no nos deja solos, nos habla de la fidelidad de Dios”.

“Es verdad que los adultos mayores venimos sufriendo mucho en esta pandemia, el aislamiento, la soledad, las dificultades para ver nietos, hijos, seres queridos”, señaló al referirse a la situaciones derivadas de las restricciones sanitarias.

“Hemos sufrido en todos los órdenes, tal vez noches sin dormir, preocupaciones, enfermedades y sin embargo en este día de oración, en esta jornada de oración, el Papa nos recuerda la fidelidad de Dios”.

El prelado sanisidrense sostuvo que “Dios no se jubila, Dios está siempre al lado nuestro y la misión nuestra es custodiar las raíces, conservar la memoria para que los jóvenes puedan justamente arraigarse allí y desde allí poder planificar el futuro; desde la misma historia del adulto mayor”.

“La misión del adulto mayor también es anunciar el Evangelio, a esta tarea nunca renunciamos y para esta tarea siempre tenemos que mantener una hermosa frescura”.

El presidente de la CEA manifestó: “Muchas cosas van pasando, vienen los años pero son más jóvenes y frescos por dentro gracias a la fe, la esperanza y la caridad; es lo único que nos hace cada vez más jóvenes. Al estar más cerca de Él entonces son más jóvenes; pero a nuestra cultura tenemos que cuidarla mucho de este modelo de la juventud absoluta como ideal”. 

“Esto hace que muchas veces los adultos no quieran crecer, no quieran ser adultos y los jóvenes no pueden ser adultos, tenemos que aceptar nuestra edad, no tenemos que pensar continuamente en técnicas que nos mantengan jóvenes a todo trapo. Tenemos que aprender a aceptar nuestra edad, nuestra experiencia, los jóvenes necesitan adultos de verdad para poder crecer”.

Finalizando su mensaje para la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, monseñor Ojea llamó a rezar juntos “para poder tener un futuro en el que los jóvenes puedan trabajar, es necesario apoyarse en los sueños de los ancianos y como dice el profeta Joel: la memoria, la custodia de las raíces y la oración, la oración que protege al mundo”.

“Que nosotros podamos ser conscientes de nuestra misión en esta etapa de la vida con la aceptación de nuestra edad y de todo el aporte que podemos hacer para la construcción de una humanidad nueva”, concluyó.+