Mons. Ñáñez: Como Jesús, "paciencia, mansedumbre y humildad"
- 7 de julio, 2020
- Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió el domingo 5 de julio y señaló a Jesús "como modelo por su paciencia, su humildad y por la bondad de su corazón".
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió el domingo 5 de julio en el oratorio de las Hermanas Carmelitas Argentinas Santa Teresa de Jesús, de la ciudad de Córdoba, la misa del 14° domingo durante el año.
Al comenzar su homilía, describió el Evangelio como un “texto breve en un lenguaje amable, que reconforta a quien lo escucha”. En este sentido, describió a los pequeños de los que habla San Mateo como “los que viven en una actitud humilde, vacíos de sí mismos, abiertos a aprender. Ellos se dejan enseñar, aprovechando la oportunidad para aprender más. Y se dejan ayudar. Por eso son los beneficiarios del darse a conocer del Padre”.
“El Padre, fuente de todo bien, es el único que conoce al Hijo que es su imagen perfectísima”, describió luego el arzobispo. “El Hijo único, en el seno del Padre, es el revelador del Padre. El Espíritu es el vínculo de unidad en el amor del Padre y del Hijo. Es el que descubre toda la verdad”, agregó al describir la relación con la Santísima Trinidad.
En efecto, “la vida del cristiano es un camino vivo hacia el Padre por medio de Jesús, y con la gracia del Espíritu Santo. Es un momento maravilloso que permite adentrarnos en la intimidad de la Santísima Trinidad, que recibimos desde el bautismo”.
Más adelante aseguró que el Evangelio de este domingo “es para todos” porque "¿quién de nosotros puede decir que no tiene ningún agobio? Muchos tenemos tareas a las que estamos abocados con un ritmo que a veces nos sobrepasa y no encontramos el tiempo adecuado para cada cosa, y esto nos agobia”, reflexionó. Por eso, animó a que en el tiempo de pandemia “descubramos de esas cosas, cuáles son las esenciales”.
Monseñor Ñáñez describió al cristiano como “alguien que no solo sabe lo que tiene que hacer sino que también puede abrir su corazón a Dios y a los demás, con la gracia que lo capacita y lo habilita”.
En este sentido, resaltó que la propuesta del Evangelio ofrece a Jesús como modelo, a pesar de que muchas veces sucede, “esta es la única vez que Jesús dice: ‘Aprendan de mí’, que se pone como modelo por su paciencia, por la bondad de su corazón. Paciente porque nos acepta con nuestras limitaciones y fragilidades, que todos tenemos, y nos da oportunidades. Humilde, el que siendo grande se hace pequeño y lo vemos ilustrado en el lavatorio de los pies”.
Finalmente, monseñor Ñáñez rogó “que este Evangelio resuene en nuestro corazón y nos deje animados a asumir la propuesta de Jesús. Que podamos abrazar su yugo y seguir su ejemplo de paciencia, mansedumbre y humildad”.+