Fue presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, en el Seminario Menor de Jesús María. Las cenizas del prelado fallecido fueron enviadas a La Rioja, donde finalmente será inhumado.
El arzobispo de Córdoba presidió la ordenación diaconal de Diego Castro, en camino al sacerdocio, y de Guillermo Contreras y Rómulo Senn, como diáconos permanentes.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió el domingo 5 de julio y señaló a Jesús "como modelo por su paciencia, su humildad y por la bondad de su corazón".