Mons. Montini: "Dios no juega con nosotros, se juega por nosotros"
- 9 de junio, 2021
- Santo Tomé (Corrientes) (AICA)
El obispo de Santo Tomé celebró la misa del Corpus Christi en la capilla del hospital San Juan Bautista, donde pidió a la beata María del Tránsito Cabanillas que cuide a todos de la pandemia.
Monseñor Gustavo Montini, obispo de Santo Tomé, presidió la misa de la festividad del Corpus Christi en la capilla del hospital San Juan Bautista, donde predicó sobre la importancia de la Eucaristía y de cómo Dios se queda con nosotros a través de ella.
“Estamos celebrando la misa diocesana del Corpus Christi desde un lugar particularmente singular. Me refiero a la capilla del hospital San Juan Bautista en la localidad de Santo Tomé que hoy se convierte en catedral”, señaló.
El prelado señaló que “en este lugar donde se vela por la vida, testigo de esperas, de dolores y de alegría, como diócesis queremos celebrar la Eucaristía, y hacer un humilde ofrecimiento al Señor para que multiplique el esfuerzo de tantos que viven –y se desviven- en este lugar donde se juega ‘la vida’”.
“Desearía que Dios y la gracia que nace de su presencia Eucarística, se difundan en este lugar como una fragancia, y se haga presente en el corazón de todos los que pisan esta ´catedral de la vida´”, contextualizó.
“Las hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas son las únicas personas que, literalmente viven –y honran con su presencia- en este hospital. Ellas más que nadie, palpitan al ritmo de este agitado lugar, que como imaginarán, durante este tiempo, está más sacudido y alborotado que nunca. Su corazón de madres hace que todo se calme. Agradecemos su presencia en esta trinchera, como así también la constante compañía e intercesión de la gran inspiradora de su carisma, la beata María del Tránsito Cabanillas. Que ella nos cuide a todos -especialmente de esta pandemia-, y nos siga acercando en su canastita, el amor providente de Dios que tanto necesitamos y anhelamos”.
El obispo mencionó particularmente en esta misa “a los que cargan sobre sus espaldas el peso –y sus consecuencias- de esta increíble pandemia; a los enfermos de Covid y a los que lamentablemente han muerto a causa de esta peste”.
Por último, monseñor Montini destacó que “Dios no juega con nosotros. Se juega por nosotros. Frente a la tragedia que estamos viviendo dejemos que el Señor nos lleve a esa ´sala superior´. En ella encontraremos Su presencia hecha Palabra que ilumina y orienta, y hecha Eucaristía que alimenta y consuela. Del modo que sea –presencial o virtualmente-, no dejemos de nutrirnos con Ella”.
“En Ella encontraremos comprensión, compañía, fuerza, aliento y esperanza para vivir este difícil momento. Ella cargará en nuestro corazón creyente lo necesario para cada día, y a la vez, la caridad suficiente para que podamos ayudar a tantos que son tragados y hasta devorados, por este largo desierto que atravesamos”, concluyó.+