Mons. Mestre exhortó a no alarmarse y ser constantes ante las calamidades
- 17 de noviembre, 2022
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El prelado marplatense resaltó la virtud de la perseverancia frente a los muchos "apocalipis" que forman parte de la vida.
En su reflexión sobre las lecturas del 33° domingo, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, resaltó que los textos apocalípticos, habituales en el final del ciclo litúrgico, no buscan generar miedo, sino “una responsable respuesta de parte de cada uno de nosotros, abriéndonos a la salvación que viene de Dios”.
Luego, el prelado marplatense se centró en 3 puntos “para meditar y orar” a lo largo de la semana.
Pequeños y grandes “apocalipsis” a lo largo de nuestra vida
En el primero de ellos, monseñor Mestre relacionó los catástrofes naturales, las guerras y las persecuciones a los que alude el Eavngelio con “los apocalipsis, cataclismos, terremotos personales, familiares y sociales que vamos experimentando a lo largo de la vida. Los podemos actualizar pensando en las ‘conmociones cósmicas’ que se dan en los problemas de unidad en la familia, la enfermedad que taladra la vida de una persona, el fallecimiento de un ser querido, un vicio que no se puede erradicar del corazón y tantas otras situaciones de dolor físico, moral, espiritual o psicológico”.
No alarmarnos y dar testimonio
En el segundo, el prelado marplatense subrayó que, frente a todas esas calamidades anticipadas por el Señor, Él nos dice: “No se alarmen”. Y agregó: “Él infunde serenidad y seguridad en medio de las dificultades. La presencia soberana de Dios es más fuerte, más firme y más estable que cualquier apocalipsis o conmoción cósmica que se pueda dar en la vida”. Efectivamente, Jesús “nos dice que no hace falta preparar nuestra defensa dado que Él mismo nos dará una elocuencia y sabiduría evangélica que nadie podrá resistir. No hay motivo para alarmarse”.
La constancia –perseverancia– paciencia de la fe
En el tercer y último punto, el diocesano de Mar del Plata hizo notar que “al final del Evangelio, la Palabra dice que gracias a la constancia salvarán su vida”.
Y esa constancia “es la respuesta del ser humano ante la presencia soberana de Dios que siempre acompaña en los apocalipsis de la vida. Es una respuesta que se funda no en una actitud extrínseca y moralista, sino en la convicción de fe de que Dios siempre está sosteniendo en todas las circunstancias". En efecto, "con la fuerza de Dios, es posible la constancia en el camino de la fe”, agregó para finalizar.+