Mons. Mestre: 'En un sentido amplio, Pedro somos todos los bautizados'
- 30 de agosto, 2023
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El administrador diocesano de Mar del Plata, al reflexionar sobre el Evangelio del último domingo, hizo foco en 3 puntos resumidos en los términos "Jesús", "Dios" y "Pedro".
Monseñor Gabriel Mestre, administrador diocesano de Mar del Plata y arzobispo electo de La Plata, reflexionó acerca del Evangelio del domingo 21º del tiempo ordinario en torno a estos tres puntos: Jesús, Dios y Pedro.
¿Quién es Jesús para vos?
Respecto del primer punto, el prelado comenzó aclarando: “Con sus preguntas, Jesúss no está interesado en hacer una encuesta de popularidad con respecto a su persona, como suelen hacer muchos políticos en nuestros días”.
Por el contrario, señaló: “Las preguntas tienen que ver con detectar si sus discípulos están comprendiendo o no quién es realmente Él”, ya que “la identidad de Jesús es esencial para su seguimiento”.
En efecto, “a lo largo de la vida y con el correr de los años, una y mil veces debemos preguntarnos quién es Jesús para mí”, recordó.
Identidad clara: el Mesías, el Hijo de Dios vivo
En este punto monseñor Mestre subrayó: “Simón Pedro da la respuesta adecuada”, cuando afirma: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y, a continuación, el arzobispo electo de la Plata comentó en ese sentido: “No quedan dudas de que Jesús es realmente Dios, el enviado de Dios, el Dios con nosotros. Siendo hombre es Mesías, es Dios”.
Y subrayó: “Jesús no es un profeta o líder religioso más; no es solo un amigo y un modelo a seguir… Jesús es Dios, Señor, Mesías, el Profeta, el Enviado…”, a lo que añadió: “Por ser verdadero hombre y verdadero Dios, su entrega de amor y obediencia a la muerte en la cruz es salvadora para la humanidad”.
¿Quién es Pedro?
En cuanto a este tercer punto, el administrador diocesano recordó: “Simón será la ‘piedra’ visible de la comunión de la Iglesia cuando Cristo ascienda al Padre”.
Y explicó: “Tener las llaves es tener poder. Era la función del mayordomo de las casas de las familias más acomodadas de la época de Jesús”.
Por otro lado, ilustró también: “El símbolo de atar y desatar se puede entender como la capacidad de interpretar la Ley de forma auténtica, es decir, inspirada por Dios”.
Y agregó: “En un sentido más estricto, Pedro es el Papa, hoy el Santo Padre Francisco que, siendo un hombre débil y pecador, tiene la misión-vocación de ser vicario de Cristo en la tierra para confirmarnos en la fe”.
Aunque precisó: “También, en un sentido amplio, Pedro somos todos los bautizados en la Iglesia”. Efectivamente, estamos “llamados a ser, para todas las personas en nuestro propio ambiente, ‘piedra’ de solidez en la fe, ‘llaves’ que abren puertas para la salvación, poder de ‘atar y desatar’, para que muchos hermanos experimenten la exigencia y la liberación de parte de Dios, para tener vida en su nombre”, concluyó.
El texto completo de la reflexión, haciendo clic aquí.+