Mons. Mestre: "El reinado de Dios presente en la cruz salvadora"
- 24 de noviembre, 2018
- Mar del Plata (Buenos Aires)
Al concluir el año litúrgico con la solemnidad de Cristo Rey, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, reflexionó con sus habituales "tres puntitos" en torno a "¿Quién reina en mi corazón, en mi familia y en mi ambiente?", "Solo tendremos seguridad en la realeza de Jesús", y "La cruz y la verdad como semillas del Reino de Dios".
¿?Quién? reina en mi corazón, en mi familia y en mi ambiente?
"A la luz de la metáfora del reino y el reinado podemos preguntarnos en primer lugar: ¿Quién reina realmente?", comenzó diciendo monseñor Mestre, pregunta que puede surgir tanto desde la perspectiva personal hasta la dimensión comunitaria y social.
"La realeza de este mundo es muy fuerte y logra impregnarlo todo", aseguró refiriéndose al reino de la mentira, de la falta de compromiso, del pecado, del miedo; y al reino de la superficialidad y la mediocridad, de la vanidad y la falta de responsabilidad, que pueden conformar "una suerte de obsesión unilateral por una determinada persona, grupo o ideología, que quita libertad", aseguró el prelado.
Solo tendremos ?seguridad? en la Realeza de Jesús
Monseñor Mestre continuó su reflexión al referirse a la "seguridad" que nos otorgan estos reinos. Ninguno de ellos podrá darnos "la seguridad que anhelamos ante tanta inestabilidad", afirmó. Como lo indica el prefacio de la misa de este día, que describe el Reino de Dios como "Reino eterno y universal, reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz".
La cruz y la ?verdad? como semillas del Reino de Dios
El obispo de Mar del Plata denominó como "paradojal" que el Señor se presente como "Rey Eterno" en el momento que está como prisionero y a punto de ser crucificado: "Queda lejos la imagen de un rey glorioso según las categorías de este mundo y se da lugar a una visión distinta", reflexionó. Pero aquí se demuestra que "los caminos de los hombres no son los caminos de Dios", ya que "el poder y el reinado de nuestro Dios se hacen presente en la cruz salvadora".
La verdad entra en juego cuando se convierte en un "elemento existencial en cuanto a asumir con serenidad la propia realidad en sus aspectos buenos, para disfrutar y gozar", mencionó. "Sólo los que estén abiertos a la verdad serán capaces de escuchar en profundidad y entender el mensaje del Señor", dijo al concluir.+