Mons. Mestre animó a la comunidad platense a continuar el 'camino de la santidad'

El arzobispo electo de La Plata dijo que el camino de la santidad "es un hermoso marco para esta nueva etapa en la vida de la arquidiócesis", y agradeció al clero por la carta de bienvenida.

El arzobispo electo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, agradeció al clero platense por la carta que le enviaron a través del Consejo Presbiteral, para darle la bienvenida.

“Muchas gracias por la carta del día de ayer (28 de julio) que el Consejo Presbiteral hizo en nombre del clero, al conocerse mi nombramiento como su arzobispo! Muchas gracias por haber rezado y haber hecho rezar a las comunidades por el nuevo pastor que ya tiene nombre, historia y rostro”, señaló en su mensaje. 

“Me siento bendecido por Dios por ser padre de toda la comunidad arquidiocesana y, de manera particular, de ustedes queridos presbíteros que, en nombre de Cristo, apacientan las diversas comunidades y espacios eclesiales. Ustedes son los colaboradores directos del arzobispo para el servicio de toda la iglesia platense y con ustedes, de modo especial, quiero tener ese vínculo de padre, hermano y amigo", afirmó, y agregó: "Vínculo sacramental que quiero que también sea afectivo y de corazón, en la medida que en el tiempo vayamos creciendo en conocimiento mutuo". 

El arzobispo electo aseguró que “el camino de la santidad, entendido como siempre lo hizo la Iglesia y monseñor Víctor Fernández les recordaba e invitaba a vivir de modo particular en este 2023, es un hermoso marco para iniciar esta nueva etapa en la vida de la arquidiócesis de La Plata", e invitó: ¡Sigamos en el año de la santidad para crecer juntos!".

Tras recordar que su lema episcopal es ‘Cristo es nuestra paz’”, subrayó: “Por sobre todas las cosas es lo que quiero vivir, compartir y disfrutar con ustedes y toda la arquidiócesis".

Monseñor Mestre concluyó: ¡Qué Cristo realmente sea nuestra paz y lo anunciemos a todas las personas! Un gran abrazo de padre, hermano y amigo con la bendición de Dios y la intercesión de la Inmaculada, San Ponciano y la beata Ludovica.+