Mons. Martínez: "El flagelo de 'sacar el cuero'"
- 10 de septiembre, 2020
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas lamentó que se practique poco la corrección fraterna, entendida como "una forma de solidaridad enraizada en el amor" y que, en cambio, lo habitual sea hablar mal de los demás.
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, lamentó que se practique poco la corrección fraterna, a la que definió como “una forma de solidaridad enraizada en el amor” y que, por el contrario, lo habitual sea hablar mal de los demás.
“Con mucha facilidad ‘sacamos el cuero’ sin reparar el daño que podemos estar haciendo a la persona y el mal ambiente que generamos con este tipo de comentarios. ‘Sacar el cuero’, sin haber corregido fraternalmente a solas a alguien, habitualmente nos lleva a cometer un pecado que se denomina difamación”, advirtió.
“Empeoramos la cosa, cuando ‘sacamos el cuero’ y estamos mintiendo o suponiendo algo de un tercero y éste es inocente. En este caso el pecado se llama calumnia”, explicó.
El prelado puntualizó que “en el primer caso, la difamación, es quitar la fama a alguien sin haberlo ayudado a cambiar. En el segundo, la calumnia, es un pecado más grave aún, porque quita la fama al otro injustamente, sin que el otro tenga culpa alguna”.
“Debemos señalar con dolor que este pedido del Señor sobre la corrección fraterna es una práctica casi inexistente en nuestras comunidades cristianas y en la sociedad civil donde abunda el pecado de difamación y de calumnia y es poco frecuente escuchar hablar de los méritos y dones del prójimo”, sostuvo.
Monseñor Martínez afirmó que “el sacar el cuero, difamar y calumniar forman parte de ‘la inteligencia del mal’, que busca convencernos que mejorar es imposible. El demonio triunfa cuando caemos en la desesperanza. Esta postura es fatal porque lleva a cruzarnos de brazos o peor, a bajarlos, matando todo tipo de ideal”.
“Los cristianos tenemos la certeza de que a pesar de todo la Vida triunfa sobre la muerte y esto nos anima a trabajar para mejorar nosotros y nuestro mundo. El Señor nos pide que para corregir este flagelo de ‘sacar el cuero’, la difamación y la calumnia, practiquemos la corrección fraterna”, concluyó.+