Mons. Mario Robles, sanjuanino, recibió su ordenación episcopal
- 22 de noviembre, 2022
- San Juan (AICA)
Fue en el Estadio Aldo Cantoni, donde el flamante obispo auxiliar agradeció a Dios haciendo un recorrido por su vida y nombrando con afecto a cada uno de los que marcaron su vocación.
La arquidiócesis de San Juan de Cuyo estuvo de fiesta este fin de semana por la ordenación episcopal de monseñor Mario Héctor Robles. El sábado 19, los fieles se reunieron en la catedral para rezar y agradecer la designación junto al nuevo obispo auxiliar y acompañarlo en su promesa de fidelidad y desempeño fiel de su ministerio.
El lunes 21, en la previa de la ordenación episcopal, la juventud sanjuanina participó de la tradicional Jornada Arquidiócesana de Jóvenes en el Estadio Aldo Cantoni, coordinada por la Pastoral Arquidiocesana de Jóvenes. La consigna era asistir con prendas celestes y blancas para ser parte de la "hinchada de Jesús".
Mientras tanto, al estadio iban ingresando las comunidades de fieles con pancartas y banderas identificatorias. La ceremonia inició pasadas las 18, con presencia de autoridades provinciales; el director nacional del Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge; y referentes de las fuerzas vivas locales, además de miembros de la Mesa Interreligiosa Provincial.
El consagrante principal fue monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, y los coconsagrantes: monseñor Alfonso Rogelio Delgado Evers, arzobispo emérito de San Juan de Cuyo; y monseñor Carlos María Domínguez OAR y monseñor Gustavo Manuel Larrazábal CMF. obispos auxiliares diocesanos.
También estuvieron presentes monseñor Dante Gustavo Braida, obispo de la Rioja; monseñor Gabriel Bernardo Barba, obispo de San Luis; monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza y monseñor Marcelo Fabián Mazzitelli, obispo auxiliar de Mendoza.
En la homilía, monseñor Lozano le recordó a monseñor Robles que los obispos deben “tener preocupación por todas las iglesias, especialmente por las que más sufren” y que solamente pueden ejercer este ministerio “en comunión con los demás obispos, en colegialidad episcopal, y en fidelidad al Papa, sucesor de San Pedro”.
El arzobispo sanjuanino lo animó a “escuchar al santo pueblo fiel de Dios” y a encarnar las tres actitudes centrales: comunión, participación y misión.
“El 12 de diciembre de 1996, hace casi 26 años eras ordenado sacerdote en este mismo estadio. Hoy renovás el deseo de tu consagración con esta nueva vocación al episcopado”, destacó monseñor Lozano en su reflexión.
Al finalizar la celebración, el sanjuanino flamante obispo compartió con su felicidad y agradecimiento a Dios haciendo un recorrido por su vida, y exclamando: ¡Que viva nuestro Dios! ¡Viva nuestra Madre, la Virgen! Para Gloria de Dios. ¡Que viva Jesucristo Resucitado! ¡Que viva el Padre! ¡Que viva el Espíritu Santo!”.
Monseñor Robles señaló y agradeció a cada uno de los que marcaron su vocación: a Dios, a la familia, algunos de los sacerdotes que lo guiaron, a los miembros de las comunidades en las que estuvo, y “por su puesto el Valle, mi lugar de nacimiento. Valle fértil”.
“Muchas gracias a todos por estar aquí y por favor un último viva para nuestro Dios que nos permite celebrar en esta tarde aquí ¡Que viva nuestro Dios! ¡Que viva nuestra madre, la Virgen!”, concluyó.+