Mons. Malfa bendijo un mojón del Camino de Santiago en Chascomús

La obra fue emplazada en la costanera de esa ciudad y, a partir de ahora, formará parte del llamado "Camino Antártico" o "Camino Blanco". Participó del acto la embajadora de España en la Argentina.

El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, bendijo un nuevo mojón del Camino de Santiago, que fue emplazado en la costanera de esa ciudad y que a partir de ahora formará parte del llamado “Camino Antártico” o “Camino Blanco”.

Participaron del acto la embajadora de España en la Argentina, María Jesús Alonso Jiménez; el Cónsul General español en Buenos Aires, Fernando García Casas; el intendente de Chascomús, Javier Gastón; el delegado de la Xunta de Galicia en Buenos Aires, Alejandro Roberto López Dobarro; y miembros de los centros de las localidades gallegas de Lalín, Agolada y Silleda en Buenos Aires.

En nombre de la Municipalidad de Chascomús, el intendente y el subsecretario de Cultura, Pablo Nápoli, le dieron la bienvenida y a la diplomática española, a quien le entregaron a la vez un decreto por el que fue declarada como ‘Huésped de Honor’.

Por su parte, el obispo recordó que la autorrevelación de Jesús como “el Camino, la Verdad y la Vida”, contenida en la página evangélica proclamada durante el rito de bendición, fue el lema de la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Santiago de Compostela y que fue presidida por san Juan Pablo II, de la que participó también el cardenal Eduardo Pironio.

“Para los que lo aceptan, Jesús es el Camino que nos muestra el verdadero sentido de la vida, el Camino para que no nos extraviemos, para que no nos desviemos y para encontrar a Dios”, señaló el prelado.

Y agregó: “Es la Verdad que ilumina las inteligencias y los corazones con la luz del bien, que nos hace experimentar la necesidad de la belleza, del amor, del perdón, de la redención. Es la Vida, vida abundante, plena, feliz, eterna, que el amor fiel de Dios quiere para nosotros y para toda la humanidad”.

Además, monseñor Malfa sintetizó el momento vivido en el acto en tres palabras: “gratitud, alegría y esperanza”.

“Gratitud a Dios que todo lo hace para nuestro bien. Y gratitud a todos los que han trabajado para que nosotros llegáramos a vivir este día tan significativo. Alegría, porque permite reverdecer vínculos y los sentimientos más nobles entre Chascomús y Galicia… son lazos históricos, culturales, religiosos y de amistad”, señaló.

En tanto, dijo, “esperanza, porque esto que realizamos aquí no solo es un llamado sino una fuerte esperanza por la paz. La guerra solo deja destrucción y muerte. Todo se pierde con la guerra, todo se gana con la paz”.

El prelado recordó también aquella expresión del papa Francisco durante la pandemia: “Estamos todos en la misma barca, llamados a remar juntos. Nadie se salva solo”.

Al respecto, se refirió al modo en que el Camino de Santiago “nos llama al encuentro, al encuentro que es posible y, si es posible, es un deber, como la paz; y no solo un deber, sino una vocación y misión magníficas: ser hombres y mujeres de paz”.

Finalmente, expresó su deseo de “que la humanidad pueda encontrar siempre esos mojones de la fraternidad, de la justicia y de la paz”.+