Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: Una Iglesia "más fraternal y sinodal"

  • 29 de enero, 2021
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, participó de un ciclo de conversatorios organizado por el presbítero Gerardo Daniel Ramos.
Doná a AICA.org

En el marco de un ciclo de conversatorios organizado por el presbítero Gerardo Daniel Ramos, profesor de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), el arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Jorge Eduardo Lozano, se refirió a la necesidad de una Iglesia “más fraternal y sinodal, discipular y misionera”.

El ciclo tiene como eje la “Teología del cambio de época” y el encuentro fue transmitido por YouTube el lunes 25 de enero.

En la entrevista, relató cómo comenzó su vocación hacia la Pastoral Social, en los últimos años del seminario, con las raíces en el Concilio Vaticano II.

Tanto en la Argentina como en la región, consideró monseñor Lozano, en este tiempo de pandemia estamos “sumamente condicionados por la situación de salud, en todas nuestras actividades”. Hay países, señaló, donde han tenido que cerrar nuevamente las iglesias y no tienen contacto con sus fieles más allá de las redes sociales.

Sin embargo, advirtió: “No podemos pensar que la Iglesia se identifica únicamente con el culto. Uno de los problemas es pensar que la Iglesia está presente solamente cuando se celebra la Eucaristía. Sin duda que es lo central, pero no es lo único”, aclaró.

“Hay muchas otras realidades que surgen de la fuente eucarística y tienen que ver con la atención a los pobres, con la unidad que hay entre el Jesús que adoramos en el templo y el Jesús que está sufriendo en las calles”, afirmó.

“Estos elementos forman parte también de nuestra fe, y en este tiempo de pandemia, por un lado, los hemos podido potenciar en lo que hace a la asistencia, por ejemplo en comedores”, destacó. “Ha crecido mucho la posibilidad de hacer algunas campañas”, añadió. Sin embargo, “hemos perdido el contacto ‘cuerpo a cuerpo’ con los pobres, e incluso con los enfermos”, lamentó. En ese sentido, valoró las herramientas virtuales que se incorporaron a la tarea pastoral.

El prelado se refirió también al cambio de mentalidad que consolidó el rol de las mujeres en la Iglesia. En esa línea, advirtió sobre el “clericalismo”, que tiende a concentrar la fe en la figura del sacerdote o el obispo, y limita el crecimiento de las comunidades. La Iglesia, consideró, debe ser un espacio que vuelve a presentar la maternalidad, salir al encuentro de sus hijos. 

“Lo que hace la sinodalidad es ponernos en la dinámica de saber que este tiempo no lo maneja un iluminado, no es un tiempo de ‘elites’, sino que es confiar en que el Espíritu Santo habla a todos los corazones”, aseguró, recordando que “estamos llamados a salir, y esto implica equivocarse”.

“Salir nos implica el riesgo del accidente, quedarnos implica la certeza de  la enfermedad”, aseguró. Finalmente, valoró el resurgir de la Iglesia doméstica y el lugar de las familias en la misión.+