Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: La guerra destruye vidas y sueños

  • 21 de marzo, 2022
  • San Juan (AICA)
"La guerra es postergación de la ternura, el abrazo, la amistad, el encuentro. Es división de la familia, desarraigo de refugiados, rotura de los frágiles", recordó el arzobispo de San Juan de Cuyo.
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“La violencia de la guerra es destructiva en sí misma. La muerte no es un daño colateral advenedizo o casual, sino el resultado buscado como medio para un fin”, afirmó monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general de Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

El arzobispo sanjuanino sostuvo que “cuando no se alcanza a acordar por la razón, el empleo de la fuerza busca la destrucción de la vida, las viviendas, las fábricas, las rutas” y advirtió: “El hambre tampoco es un daño colateral. Es un camino para presionar”.

“Cuando se cierran corredores humanitarios para que puedan salir personas, ingresar alimentos, medicinas, otras ayudas, la enfermedad no es un daño colateral casual, sino un modo impuesto para doblegar la libertad”, agregó.

“La guerra es expresión de la claudicación de nuestra condición humana para dar paso a la brutal animalidad que busca marcar terreno”, aseveró.

El secretario general del Celam insistió en señalar que “la guerra es postergación de la ternura, el abrazo, la amistad, el encuentro. Es división de la familia, distancia de vecinos, desarraigo de refugiados, miedo en los niños, desamparo de los ancianos, rotura de los frágiles”.

“Las bombas mutilan niños y amputan los sueños”, enfatizó, y planteó: “La obstinación se cierra a la negociación y al clamor de buena parte de la humanidad. Los organismos internacionales se muestran impotentes para detener la destrucción. Las ‘sanciones’ van de lo absurdo (como quien posa para la foto) a lo insuficiente (que no motiva a ningún replanteo)”.

Monseñor Lozano recordó que el Papa realizará un gesto de oración a la Virgen de Fátima consagrando a su corazón inmaculado a Ucrania y a Rusia, el próximo viernes 25 de marzo, solemnidad de Nuestra Señora de la Anunciación. 

“Te pido que ese día te sumes en la oración, presencial o virtual o en la soledad de tu hogar”, solicitó, e indicó que en la catedral de San Juan tendremos a las 20 la misa en la que “rezaremos por los derechos de los niños por nacer y los niños ya nacidos que reclaman respeto y dignidad”.+