Mons. García Cuerva: 'La Virgen nos enseña a tener una relación de confianza con Dios'
- 10 de diciembre, 2024
- Buenos Aires (AICA)
"Que nuestro corazón descanse en la Virgen María, nuestra Madre que tanto nos ama, nuestra Madre que nos enseña a alegrarnos", pidió el arzobispo de Buenos Aires.
En la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, dejó un par de consignas para "compartir entre nosotros y rezar juntos".
"En primer lugar, que nuestro vínculo con el Señor sea un vínculo de confianza, que no nos escondamos de Dios como se escondieron Adán y Eva, que no tengamos miedo a Dios como lo tuvieron ellos, sino al contrario, que con toda nuestra vida, que con toda nuestra desnudez, con toda nuestra fragilidad, podamos estar delante del Señor, que es un enamorado de la humanidad, y por eso sale a nuestro encuentro", planteó, y agregó: "Como hoy la Virgen, que aunque no comprende nada, está delante del Ángel y no se esconde de Él".
"En segundo lugar, que podamos fuertemente sentir también que hoy el ángel nos saluda y nos dice: 'Alégrate'. ¡Qué necesidad tenemos de esta alegría profunda!", exclamó.
El arzobispo porteño consideró que esta alegría "tiene que ser la respiración de los cristianos, esta alegría que nos sostiene, que nos anima todos los días con un corazón agradecido porque, a pesar de todo, también nos pasan cosas lindas".
"Nuestro Dios nos acompaña, como también hoy le dice el Ángel a la Virgen cuando le dice: 'El Señor está contigo'; ahí también hay motivo de alegría, el Señor está con nosotros y, luego, animarnos desde la confianza, también, a hacerle preguntas como hoy le hace la Virgen", profundizó.
"Hay cosas en la vida que no tienen explicaciones, hay cosas en la vida que nos sostienen en la pregunta de "¿por qué pasan determinadas cosas?" y, si no hay respuesta, ponernos delante de Dios y hacer de nuestras preguntas también una oración", sugirió.
Monseñor García Cuerva invitó a pedirle a la Virgen que "nos enseñe a tener esa relación de confianza con Dios y no escondernos de Él", y que "nos podamos alegrar a pesar de las dificultades, porque el Señor también está con nosotros, y le pedimos a la Virgen que la confianza con Dios nos lleve incluso a preguntarle aquello que no entendamos y a sostener las preguntas, porque no todo tiene respuesta".
"Termino con una oración sencilla, escrita por la poeta chilena Gabriela Mistral, una oración sencilla que le hace a la Virgen, y dice así: 'Madre, yo estoy aquí, a tus pies dejaré el corazón. Triste el vivir, el vivir sin ti. Larga el ansia y larga la aflicción, en el más hondo pliegue de tu ancho manto, este viejo cansancio deja dormir; dame a enjugar mi llanto y dame el sol antes de morir. Madre, ya estoy aquí. Llevé paz, traje tribulación; si no descansa por fin en ti, ¿dónde va a descansar el corazón?'".
"Que nuestro corazón descanse en la Virgen María, nuestra Madre que tanto nos ama, nuestra Madre que hoy nos enseña a alegrarnos, nuestra Madre que tiene una relación de confianza con Dios e, igual que nosotros, se anima a preguntar", concluyó.+