Mons. García Cuerva: Cuaresma, un camino hacia el encuentro con Jesús
- 20 de febrero, 2024
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires invitó a reflexionar sobre "lo que significa este camino de Cuaresma, un Dios que no nos deja solos, un Dios que no nos abandona, un Dios que nos sostiene en todo momento"
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, invitó a pensar la Cuaresma como un camino y profundizó: “Un camino siempre tiene un lugar desde el que partimos, pero tiene también un lugar hacia el que vamos”.
“¿Y hacia dónde vamos? Vamos hacia la Pascua, vamos hacia el encuentro con Jesús que en la Cruz nos demuestra cuánto nos ama y que con su Resurrección venció a la muerte para siempre”, puntualizó.
“Vamos hacia los brazos del Padre Misericordioso que, como nos dice hoy la primera lectura, estableció una alianza con nosotros para siempre. Por eso, dice: ‘Yo pongo mi arco en las nubes como un signo de mi alianza con la tierra’”, agregó.
El arzobispo porteño afirmó que “esa alianza es para siempre, es una alianza de amor entre Dios y su pueblo. Por eso, este camino que recorremos podrá ser un camino con dificultades, como las que tuvo Jesús en el desierto, pero es un camino que tiene un destino que es un destino seguro, que es el corazón de Dios, un destino seguro que es el encuentro con Jesús".
“Es un destino seguro porque es el encuentro con la misericordia de Dios, que demuestra cuánto nos ama en la entrega de su Hijo Jesucristo”, añadió, y reflexionó sobre las dualidades del Evangelio del primer domingo de Cuaresma.
“Vamos a pedirle entonces a Dios, en este tiempo, poder también nosotros detenernos, también nosotros poder detenernos y pensar en estas dualidades que nos presenta el Evangelio de hoy. También nosotros queremos ser conducidos por el Espíritu de Dios y, sin embargo, caemos ante las tentaciones del mal. También nosotros en la vida experimentamos el consuelo y la presencia de Dios, pero también nosotros tenemos estas fieras en el corazón, estas broncas, estos rencores, estos odios, que muchas veces sacan lo peor de nosotros”, propuso.
“También nosotros hoy queremos detenernos y parar la pelota, pero ¿para qué? Para contemplar a Dios y reflexionar. Reflexionar sobre lo que significa este camino de Cuaresma, un Dios que no nos deja solos, un Dios que no nos abandona, un Dios que nos sostiene en todo momento y que hizo esa alianza para siempre con ese arco, como nos recuerda el Génesis”, agregó.
Monseñor García Cuerva terminó con la poesía Tentaciones, del jesuita español José María Rodríguez Olaizola: “Yo te pido, convierte en pan las piedras para acabar con el hambre de tantos. Y tú me contestas, te he dado el mundo para sembrar mi justicia. Yo te tiento, quiero que pruebes tu presencia para vencer a los escépticos y no creyentes. Y tú me respondes, que hable de mí tu amor. Yo te planteo, quiero atesorar riquezas para construir tu reino. Y tú me dices, estoy en tus manos desnudas, semillas de justicia, amor en las obras y manos vacías. He ahí tu camino. Señor, te pido entonces, no me dejes caer en la tentación de los atajos”.+