Mons. García Cuerva: 'Como discípulos misioneros queremos trabajar en equipo'

El administrador diocesano de Río Gallegos llamó a ser discípulos misioneros sembradores, estar al lado de los que sufren y trabajar en equipo para ser la Iglesia en salida que propone Jesús.

El administrador diocesano de Río Gallegos y arzobispo electo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, compartió su reflexión a la luz del Evangelio del domingo 18 de junio, y recordó al respecto “que nosotros no somos los cosechadores, nosotros somos los sembradores”.

El prelado señaló que “el que siembra es el que arroja la semilla con generosidad, el que prepara la tierra” y que “no siempre ve los frutos”. “Por eso nosotros tenemos que ponernos en el lugar de sembradores y escuchar la voz del Señor que nos dice ‘rueguen al dueño que envíe trabajadores para la cosecha’”.

Ser los sembradores significará muchas cosas, detalló el prelado. Entre otras, “salir de la lógica de buscar resultados, salir de la lógica de siempre querer tener frutos, salir de la lógica de que lo que empiezo a hacer quiero verlo terminado, salir de la lógica de creer que todo comienza conmigo y todo termina conmigo”.

A su vez, destacó “esta conciencia de que somos parte de un equipo, esta conciencia de que somos hermanos y que cada uno tiene que poner lo suyo, de lo suyo lo mejor, en esta actitud humilde del sembrador”.

“No porque yo no sea el que cosecha voy a destruir lo que estoy haciendo; no porque no sea yo el que coseche voy a guardarme las semillas en el bolsillo; porque como yo no voy a ver los frutos entonces tampoco siembro; creo que eso es a veces algo que nos atraviesa, casi diría de modo cultural, a nuestra sociedad”, lamentó monseñor García Cuerva.

En ese sentido, llamó a asumir “que tenemos que ser sembradores y que tenemos que rogar para que algún día alguien coseche y que quizá no sea yo”.

“De alguna manera, Jesús entiende que la siembra es una siembra en equipo, que la Iglesia es una Iglesia que camina junta y que entre todos vamos siendo constructores del Reino de Dios. Esta es la primera característica de los discípulos misioneros de Jesucristo”, explicó.

La segunda característica, señaló, es “animarnos a trabajar en equipo, saber que nos necesitamos y que nadie puede solo, y aceptar y trabajar en la diversidad”. Los discípulos, con sus diferencias, “tenían conciencia de que en algunos puntos tenían que estar de acuerdo, fundamentalmente en seguir a nuestro Señor y Maestro, fundamentalmente, en asumir la responsabilidad de concretar y llevar adelante el Reino de los cielos”.

El prelado también se refirió a la consigna del Papa Francisco de ser Iglesia en salida: “Jesús nuestro Maestro, nuestro modelo, es un Dios callejero, es un Dios que anda por la vida recorriendo, encontrándose de lugar en lugar. Creo que igual nosotros, tenemos que ser esta Iglesia en salida que anuncia el Evangelio sin asco, sin miedo y sin demora”.

Por último, subrayó que Jesús es un Dios que se conmueve por el dolor, que no es indiferente a los que sufren: “Nosotros, discípulos misioneros sembradores, también tenemos que animarnos a estar cerca de los que sufren, dejarnos conmover por el dolor del hermano”.

“Y también entonces nosotros, cada uno, discípulo misionero, tiene que hacer lo mejor posible para expulsar a estos demonios que nos atraviesan como sociedad, que nos afectan en nuestra vida personal, que nos dividen y no nos dejan ser hermanos”, exhortó.

Para concluir, monseñor García Cuerva resumió: “Como discípulos misioneros que queremos ser sembradores, queremos estar al lado de los que sufren, trabajar en equipo, hacernos cargo de ser la Iglesia en salida que nos propone Jesús”.+