Mons. García Cuerva invitó a compartirle a la Virgen lo que nos pasa
- 4 de enero, 2023
- Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA)
El obispo de Río Gallegos reflexionó en la solemnidad de Santa María Madre de Dios sobre lo que la Virgen "guardaba en su corazón" y llamó a aprender a escuchar y a bendecir para tener un 2023 en paz
El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, reflexionó en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios sobre la figura de la Virgen.
Después de hacer alusión al tiempo de Navidad que se terminaba, sobre el que invitó a repasar si nuestra vida, como la de los pastores de Belén, cambió tras el encuentro con el Niño Dios, monseñor García Cuerva se centró en el pasaje de la escritura que dice: “María conservaba y meditaba estas cosas en su corazón”.
Sobre este punto, el obispo de Río Gallegos destacó: “María lo que tiene es una gran actitud de escucha: los pastores hablan, y María escucha. Podríamos empezar este año diciéndole a Dios: ‘Ayudanos porque queremos aprender a escuchar’. María se puso en el lugar de los pastores, por eso los escuchó con atención. Con tanta atención, que María meditaba estas cosas en su corazón”.
“Me quedo pensando, ¿qué serán estas cosas? Me animo a decir que no solamente son el relato de los pastores. También María guarda y medita en su corazón nuestras cosas, nuestra vida, porque nos ama como madre. Aquellas cosas que quizás no le contamos a nadie”, agregó.
En ese sentido, animó a “que tengamos el compromiso a lo largo de este año 2023 de compartirle a la Virgen lo que nos pasa. Cada uno lo hará a su manera: rezando el rosario diariamente, pasando por algún santuario y entrando a rezar un avemaría, mirando un cuadro de la Virgen… Al igual que los pastores, nos tenemos que animar a ser confiados y contarle lo que nos pasa, porque Ella guarda y medita nuestras cosas en su corazón”.
Al final, se refirió a la primera lectura, que “nos habla de que tenemos que bendecir” y explicó: “Bendecir es decir-bien, es desearle lo mejor al otro. ¿Seremos capaces de desearle el bien al otro? Cuánta menos guerra, cuánta menos violencia habría si fuésemos capaces de bendecirnos. ¿Será que podremos hablar menos mal del otro, utilizar nuestras palabras para desearle el bien y tratar de tener un año un poco más en paz? Nuestro pueblo necesita palabras que lo hagan crecer, que lo hagan sanar, que lo hagan salir adelante”, concluyó.+