El Papa Francisco designó hoy al arzobispo de Buenos Aires, Ordinario para los fieles católicos de ritos orientales residentes en la Argentina desprovistos de Ordinario propio.
El flamante arzobispo de Buenos Aires presidió su primera misa por las fiestas patronales marianas junto a la comunidad barrial y pidió: "Dejemos de lado las diferencias, regalémosle eso a la Virgen".
El obispo de Río Gallegos dijo que "escuchar al Señor en este tiempo de Cuaresma, es escuchar que nos invita a la conversión, a ponernos en camino y en movimiento".
El obispo de Río Gallegos llamó a seguir tendiendo puentes y forjando la cultura del encuentro. "Estamos llamados, como bautizados, a ser testigos de paz".