Mons. García Cuerva en el Hogar de Cristo: "Ceferino nos contagia las ganas de no bajar los brazos"
- 26 de agosto, 2019
- Río Gallegos (Santa Cruz)
Con una misa presidida por el obispo diocesano, monseñor Jorge García Cuerva, el Hogar de Cristo Ceferino Namuncurá, en la diócesis de Río Gallegos, celebró a su patrono. En su homilía, el prelado destacó la alegría del beato Ceferino, aun en las dificultades, y el esfuerzo de quienes trabajan en el Hogar de Cristo.
En su homilía, el obispo destacó que "los pequeños, la gente sencilla, la gente que quizás nunca va a aparecer en los titulares de los diarios ni en ningún lado importante, sin embargo son los preferidos de Dios, y entienden mucho más a Dios que el resto de la gente".
"Hoy celebramos a alguien muy sencillo, alguien que nació en Río Negro, su papá era un cacique, un aborigen del sur de la Patagonia. Alguien que después empezó a estudiar con los salesianos, y parece que en un momento tuvo ganas de ser cura, lo llevaron a Roma, tuvo una enfermedad y se murió muy joven, a los 19 años, que es Ceferino Namuncurá", recordó.
Es de estas vidas sencillas que menciona hoy Jesús, que "entienden mucho más que los que fueron a la universidad o la gente importante", afirmó.
"Porque Ceferino desde chiquito, parece que ya tenía entusiasmo. Alguien que lo conoció decía que transmitía alegría con la mirada", señaló. "¡Qué lindo encontrarse con gente que te trasmite alegría con la mirada", exclamó. "Ahí tenemos una linda enseñanza para nosotros, ojalá que nosotros también podamos trasmitir alegría", deseó.
"La vida de Ceferino no fue fácil, pero en lugar de mirar siempre la parte del vaso vacía, miraba la parte llena, encontraba cosas positivas todos los días, y eso me parece que muy lindo aprender y poder trasmitir más allá de las dificultades: alegría", destacó.
En segundo lugar, mencionó una frase de Ceferino que muchas veces se repite: "Quiero ser útil a mi gente". La frase completa, aclaró, es: "Quiero estudiar para ser útil a mi gente".
"Tenía claro Ceferino que en la vida hay que esforzarse, y él se dio cuenta que lo que tenía que hacer era estudiar. Es verdad que no es lo que más nos gusta, no nos gusta mucho a veces hacer un esfuerzo, ponernos a laburar, sin embargo me parece que hoy Ceferino también nos ayuda a eso, él entiende que para ser útil a la gente hay que ponerse las pilas", animó.
"Hoy celebrando su fiesta todos sabemos que este lugar se hace con el esfuerzo de mucha gente que le pone onda, que trabaja todos los días, que ayuda, que viene, que cocina, que limpia, que ordena, que te escucha? ¡Cuánto esfuerzo hay puesto acá!", admitió, y consideró que "por eso este Centro barrial es tan útil para nuestra Ciudad, porque hay mucho esfuerzo de mucha gente, y eso creo que es también algo que aprendemos de Ceferino".
En tercer lugar, recordó que Ceferino murió de tuberculosis, una enfermedad que todavía hoy existe, pero que hoy gracias a Dios tiene tratamiento. En aquella época era muy difícil curarse, era una enfermedad muy contagiosa?Ceferino no nos contagió tuberculosis, pero a todos nos contagia todos los días las ganas de seguir adelante, porque uno piensa que fue un pibe sencillo, hijo de un cacique, que estuvo lejos de su familia, que después se enfermó y lidió con esa enfermedad hasta morir a los 19 años, y sin embargo le dio para adelante", sostuvo.
"Creo que hoy Ceferino nos contagia ganas de no bajar los brazos, nos contagia ganas de seguir adelante, nos contagia ganas de levantarnos si nos caímos, nos contagia empuje, fuerza. Por eso quiero hoy pedirle a él que siga ayudándonos a ser alegres -como él con la mirada-, que podamos también pedirle con fuerza que podamos ser útiles a nuestra gente. Pero para ser útil parece que estaba esta primera parte de la oración: estudiar. Estudiar es esforzarse, es laburar. No es hacernos los truchos y de repente están cocinando y yo miro para otro lado, o están barriendo y me voy; esto está hecho con el esfuerzo de todos y eso está bueno y hay que agradecerle a Dios", insistió.
Finalmente, animó a contagiarnos "del empuje, de la garra, de la esperanza que le ponía Ceferino a su vida".+