Mons. Fernández: "En esta Cuaresma, recuperemos el sentido de la fraternidad"
- 17 de febrero, 2021
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Ojalá que los que se han alejado de la comunidad vuelvan a celebrar al Señor con los hermanos. Ojalá que muchos se decidan a servir a los demás", pide el arzobispo de La Plata en su mensaje cuaresmal
“Estamos atravesando un tiempo lleno de profundas tentaciones. Lo que hemos vivido y estamos viviendo a causa de la pandemia ha trastocado todo y ha provocado hondas crisis. Aun las personas más fuertes tienen momentos de gran angustia, de miedo, de tristeza, de fuerte inseguridad interior”. Así comenzó su mensaje de Cuaresma el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández.
En su reflexión, el arzobispo platense aseguró que “en este último año muchos matrimonios se han roto, hay seminaristas y sacerdotes que han perdido la alegría de su vocación, muchos fieles ya no sienten el sereno gozo de la fe”.
“Las razones pueden ser muchas: una resistencia interior ante los límites que estamos viviendo, la anormalidad de la vida que estamos llevando, el distanciamiento social que aunque sea necesario no es algo natural, una sensación de fracaso por cosas que no logramos, una impresión de que todo está mal o de que todo es negativo, algunas tareas que nos agobian, un exceso de comunicación virtual y tantas otras. Muchos psicólogos reconocen que, aun para los que se sienten cómodos con estos nuevos hábitos, hay secuelas que no llegamos a advertir”, agregó.
“Pero podemos enfrentar todo esto de manera que no nos dañe, que no ponga en crisis nuestros valores más preciosos y nuestros compromisos ante el Señor. Porque Él es el ‘Dios de todo consuelo, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones’. No nos resignemos a caer en un pozo de vacío y sinsentido, lejos del Evangelio. No nos dejemos vencer por el poder del mal, del cual tenemos que huir y nunca caer en esos brazos destructivos: ‘Resistan al demonio y él se alejará de ustedes’. Mejor caigamos una vez más en los brazos del amor del Señor y restauremos de una forma nueva nuestra alianza con Él”, sugirió.
Tras referirse a la bendición de cenizas y su significación profunda en el inicio de la Cuaresma, recordó que para ayudar en el camino de conversión cuaresmal, la Iglesia propone sobre todo tres cosas: más tiempo de oración, ofrecer algunos sacrificios al Señor y compartir más lo que tenemos.
Monseñor Fernández también hizo hincapié en la “conversión social”, al advertir que “la conversión fraterna a veces queda reducida a una comodidad grupal, a un reposado encuentro con amigos o parientes agradables”.
“Entonces conviene destacar su aspecto ‘social’, su fuerza expansiva que nos abre a todos, que nos lleva a un compromiso público para transformar la sociedad”, precisó y puso como ejemplo el caso de Teresa de Calcuta.
“Durante la primera parte de su vida no se puede afirmar que su entrega no haya sido sincera, que no haya estado convertida a Jesucristo, o que su fe era individualista. Vivía en comunidad. Pero sólo a partir de un determinado momento adquirió una conciencia clara de las exigencias sociales del Evangelio, aprendió a mirar la calle, se detuvo ante el dolor y el abandono de los que estaban fuera de su convento. Así se liberó de los límites que contenían su fuerza misericordiosa, y se produjo su ‘conversión social’”, subrayó.
El arzobispo platense reconoció que en medio de esta pandemia se corre el riesgo de volverse “muy individualistas, de pensar demasiado en nosotros mismos, en nuestras seguridades y nuestros gustos”.
“Ojalá que en esta Cuaresma recuperemos el sentido de la fraternidad. Ojalá que los que se han alejado de la comunidad vuelvan a celebrar al Señor con los hermanos. Ojalá que muchos se decidan a servir a los demás como el Señor nos reclama”, aseveró.
“Queridas y queridos fieles, a todos les deseo una santa Cuaresma, para que la próxima Pascua desborde en nuestra arquidiócesis un torrente de bendición y de alegría”, concluyó.+