Mons. Fenoy destacó las raíces marianas muy profundas de los santafesinos
- 16 de junio, 2020
- Santa Fe (AICA)
En declaraciones a Radio María, el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor Sergio Fenoy, dijo que le llama mucho la atención "las raíces marianas muy profundas" que tienen los santafesinos.
“La Iglesia santafesina es extensa y muy variada en cuanto a situaciones sociales, económicas y culturales”, advirtió el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor Sergio Alfredo Fenoy, en declaraciones a Radio María al cumplirse el segundo aniversario del inicio de su gobierno pastoral de esta jurisdicción eclesiástica.
“Está el campo, está la ciudad, está el norte con sus características tan distintas al sur, ya acercándonos a Rosario. Hay que conocerla para poder apacentar y para amar a esta comunidad. Esperanza, San Jorge, San Javier y San Justo se diferencian bastante de Santa Fe y Santo Tomé. Santa Fe es una provincia con historia de servicio a la Nación y también con una gran historia de fe”, destacó.
El prelado dijo que le llama mucho la atención “las raíces marianas muy profundas que tiene Santa Fe. Incluso la gran ciudad de Rosario recibió su influjo mariano desde aquí. Y esta historia mariana se da a través del tiempo en Santa Fe, es muy notable” y puntualizó: “Su ejemplo más claro es la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe”.
Monseñor Fenoy también se refirió al centenario del nacimiento de monseñor Vicente Zazpe, detallando: “En 1961 fue designado primer obispo de Rafaela. Y en 1968, Zazpe fue nombrado arzobispo coadjutor de Santa Fe. Y desde el 14 de agosto de 1969 se convirtió en arzobispo de este pueblo. Murió en enero de 1984”.
“Monseñor Zazpe marcó la fe de esta provincia de aquellos años. Fue un obispo profeta y un trabajador del Reino, como lo definió el entonces cardenal Jorge Bergoglio”, sostuvo.
Al referirse a sus dos años en la arquidiócesis, el prelado santafesino expresó: “Dios escribe en nuestras vidas y yo digo que Él es muy bueno conmigo. En mi vida tengo buenas y malas cosas, pero todo sirve, ayuda y me hace crecer. Todo es gracia de Dios en mi vida”.
“Mis padres eran hijos de inmigrantes. Mis abuelos venían de Francia, de Italia y de España. Y mis padres eran de zonas tamberas pero se radicaron en la zona sur de Rosario y allí formaron su familia. Somos 6 hermanos y yo soy el menor. Mi papá trabajaba 40 años en el frigorifíco Swift. Así que vengo de una familia humilde, trabajadora, donde las cosas a veces alcanzaban y a veces no”, describió al hablar de sus raíces.
“Mis padres nos enseñaron a ponernos contentos con lo poco que teníamos y también a cuidar las cosas. Hoy agradezco mucho haber recibido esa herencia de ellos. Aunque mi familia no era creyente practicante, no tenía raíces cristianas, pero sí lo era mi abuela materna. Lo de mis padres tuvo que ver con alguna experiencia negativa con algún sacerdote o con la iglesia en sus pueblos de origen. Si nos bautizaron a mis hermanos y a mí, pero nada más”, agregó.
Monseñor Fenoy sostuvo que su fe vino de su abuela materna que era italiana venida del Piamonte, y detalló: “Ella rezaba todos los días el rosario a sus muertos y a algunos santos. Y fue así que mientras lo hacía me mostraba las fotos de sus familiares fallecidos, me hablaba de cada uno de ellos. Cuando llegaba a su casa y mi abuela estaba rezando el rosario en italiano yo no lo interrumpía sino que me unía a su oración”.
“Pero también la fe me vino de una vecina de casa en Rosario, doña Elena. Ella era una inmigrante de la antigua Checoslovaquia. Elena era quien me llevaba en Semana Santa a la iglesia o me acercaba unas revistas mejicanas llamadas ‘Vidas ejemplares’ con historias de santos. Y como tenían dibujitos, tipo comics, a mí me entretenían mucho”, concluyó.
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