Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Fassi: El diaconado nos hace crecer en humanidad

  • 10 de agosto, 2019
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Si el diaconado nos hace crecer en humanidad, en una fe más madura más ligada a la Pascua de Jesús, entonces estamos siendo la Iglesia diaconal que Jesús soñó", indicó el obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, en su mensaje dirigido a los diáconos con motivo de la fiesta litúrgica de San Lorenzo mártir, patrono de los diáconos.
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Con motivo de la fiesta litúrgica de San Lorenzo mártir, patrono de los diáconos, el obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, envió un saludo a los diáconos, especialmente dirigido a los 61 diáconos permanentes que integran la diócesis.

"Cuando pensamos en el diaconado, pensamos en el gesto del lavado de los pies como un gesto de servicio", comenzó diciendo el prelado, y afirmó que "el servicio de lavar los pies, la Eucaristía y el diaconado están íntimamente relacionados".

Dirigiéndose a todos los diáconos de la diósesis, monseñor Fassi hizo referencia a María de Betania cuando ungió los pies a Jesús con aceite perfumado: "Ese gesto debe haber conmovido y consolado tanto a Jesús, porque era un gesto que lo ayudaba a enfrentar su muerte, que le quedó en su corazón y en su memoria y por eso dijo: ?Este es el gesto que quisiera perpetuar en la Iglesia y que quisiera que algunos miembros de la Iglesia lo realicen de un modo particular?".

"El diaconado es eso, es ser presente como una Iglesia que lava los pies, pero que también, como Jesús, se deja conmover cuando son lavados sus pies", exclamó.



Luego monseñor Fassi expresó: "Si queremos estar en cercanía con la gente en nuestro servicio cotidiano, cuando estamos al lado del dolor de los otros, necesitamos también que se nos laven los pies a nosotros, dejarnos lavar los pies con el misterio de la consolación, que muchas veces viene de esas personas a las que servimos y que sufren".

Al terminar su mensaje, el obispo auxiliar de San Isidro sostuvo: "Siendo sensibles al dolor del otro, puede llegar a ser para nosotros un ministerio de consuelo que nos impulse a entregarnos. Si el diaconado nos hace crecer en humanidad, en una fe más madura, más ligada a la Pascua de Jesús, entonces estamos siendo la Iglesia diaconal que Jesús soñó".+