Mons. Dus animó a los fieles a dejarse conducir por el amor de Dios
- 14 de mayo, 2019
- Resistencia (Chaco) (AICA)
En el cuarto domingo de Pascua en que la Iglesia recuerda a Jesús Buen Pastor, la arquidiócesis de Resistencia celebró la Jornada de Oración por las Vocaciones, que se llevó a cabo en la parroquia Nuestra Señora del Carmen con el lema "La valentía de arriesgar por la promesa de Dios". La misa estuvo presidida por el arzobispo, monseñor Ramón Dus, quien en su homilía animó a los fieles a "dar un paso más" como Iglesia.
La misa fue presidida por el arzobispo, monseñor Ramón Alfredo Dus y concelebrada por sacerdotes de la zona II de Resistencia.
En su homilía, el prelado expresó: "Me parece tan lindo este encuentro, que concluimos juntos con este clima de canto de alegría con motivo de la jornada del Buen Pastor, que nos llama a reflexionar sobre nuestra vida, nuestro futuro".
[img]http://www.aica.org/subidas/5806.jpg[/img]
Refiriéndose a la reciente visita ad límina, relató: "Nuestro encuentro con Francisco fue así en grupo, como estamos aquí, rodeándolo para hacerle preguntas. En concreto, está muy contento con esta realidad de los jóvenes. El encuentro del sínodo y el documento que salió, y también muy alegre y muy optimista con la jornada de Panamá", destacó.
"El lema de esta jornada ?La valentía de arriesgar por la promesa de Dios? es el título del mensaje de Francisco", explicó el arzobispo." Todos nosotros somos de alguna manera una promesa, para nuestras familias, una promesa para nuestra comunidad, una promesa también para las distintas responsabilidades que tendremos en la vida que estamos preparando; y eso también va unido a la vida que hemos recibido, o sea un don de Dios", manifestó.
"Sentir que somos una promesa, que Dios pone en nosotros una promesa también nos invita a arriesgar, a abandonarnos a dar un paso más adelante, que es a lo que nos invita frecuentemente Francisco como Iglesia, como cristianos. Es necesario hoy tener esa confianza, esa valentía que nos ayude a vivir nuestra fe realmente con optimismo, con esperanza", consideró.
"Recogí estas palabras del Papa Francisco: ?La llamada del Señor, nuestra propia vocación nos hace portadores de una promesa y al mismo tiempo nos pide valentía para arriesgarnos por él y con él?", citó.
"El llamado de Dios, la promesa de Dios nos invita a nuestra libertad a arriesgar de lo que somos, a confiarnos, nunca Dios va a querer algo que no lo sintamos interiormente, nunca nos va a obligar a algo. También, nunca nosotros tendríamos que tener miedo a veces de equivocarnos cuando arriesgamos por el bien", aseguró.
Y refiriéndose al Evangelio de San Juan, detalló: "Las ovejas de Jesús escuchan su voz, y la voz de Jesús es la que los conduce. Quiere decir que en la biblia escuchar significa tener fe, creer en la Palabra de Dios".
"Cuando hablamos de ovejas, quiere subrayar que somos objeto de un amor particular con Dios. ?Las ovejas escuchan mi voz y ellas me conocen?, esa es la vida que Jesús proclama en el evangelio de Juan. Cuando hablamos de oveja estamos custodiados protegidos en ese ámbito del amor misericordioso de Dios que nos protege de todo. Por eso la imagen del Pastor del rebaño, de las ovejas implica como la comunidad de Jesús que vive de ese amor y no necesita de otra cosa más importante que sentir y experimentar del amor de Dios. Hoy le pedimos para nosotros esa gracia de vivir esta experiencia del amor, de conocer el amor de Dios, de saber de su misericordia y de sentirnos libres para afrontar el mundo y la vida", rezó.
"El Papa Francisco en su mensaje dice que nosotros tenemos una gracia de antemano cuando fuimos llamados a ser parte de la iglesia desde el bautismo, y desde el bautismo somos protegidos por Dios, estamos custodiados por su amor , hemos entrado en el rebaño de Jesús que es su iglesia. Es bueno saber que ya estamos en el amor de Dios, conducidos por su palabra en una comunidad y nacemos en una comunidad para embellecerla y construirla, hacerla nueva", animó.
"Hemos sido llamados en la Iglesia. La iglesia, que es nuestra madre nos ha engendrado a una nueva vida y nos ha llevado a Cristo, por lo tanto nosotros también debemos amarla", advirtió el prelado, y añadió: "En la iglesia estamos llamados a elegir nuestra propia vocación, la decisión de casarse para formar una familia, a otras vocaciones que nos vinculan a una profesión, para un trabajo porque sentimos una misión particular, que para eso también es necesario discernir, pensar y ayudarnos a construir nuestra vida en la Iglesia y en la sociedad", continuó.
Finalmente, expresó: "Hoy de un modo especial pedimos por aquellos jóvenes, varones y mujeres, chicos y chicas que sienten la fascinación, la atracción de servir a Jesús de un modo más comprometido con los hermanos en la iglesia, con el ministerio sacerdotal, la consagración".+